martes, 28 de febrero de 2017

PROGRAMA DEL OCTAVO SEMINARIO MARZO 2017


OCTAVO SEMINARIO, 10, 11 Y 12 DE MARZO 2017

Estirar psoas
Media plancha y plancha completa
Masaje paravertebral y de romboides

sábado, 25 de febrero de 2017

EL INTESTINO


EL INTESTINO Visión Diafreísta


El intestino forma parte de la cadena anterior y posterior aunque parezca una contradicción.

La cadena posterior a nivel lumbar está formada por los músculos que sostienen la espalda y terminan en el sacro o siguen hacia la cintura pélvica. A este nivel se suman tanto los pilares del diafragma como los del psoas ilíaco.
Es una zona de mucha fuerza, ya que los pilares del diafragma se encuentran con las inserciones del psoas que trabajan en direcciones opuestas pero con un efecto común: la lordosis de las vértebras lumbares.
Esta lordosis producida por la tensión muscular sumada a la fisiológica o anatómica tiene efecto inmediato en el abdomen al que deforma.

También se relaciona directamente con los músculos laterales del abdomen, inspiratorios que forman parte de la cadena posterior al ser lordosantes.

El resultado es que la masa muscular intestinal se hace sinérgica con la masa muscular de la espalda y ambas contribuyen a la lordosis lumbar.

La cadena anterior porque se relaciona directamente con los rectos del abdomen.Cuando los rectos abdominales se contraen para acercar sus extremos, el pubis y el esternón, la masa abdominal debe contraerse para disminuir su volumen y adaptarse a la pérdida de volumen del abdomen.

El intestino no tiene musculatura esquelética, la musculatura que lo rodea, mueve y contrae es la llamada lisa, se contrae de manera autónoma sin que dependa de la voluntad. Hay otras diferencias pero quizá es la más importante junto con su estructura anatómica que es de fibras pequeñas que envuelven el tejido intestinal como un manto. Tiene elasticidad, contractilidad, fuerza, movilidad y se comunica por receptores químicos y eléctricos igual que el resto de musculatura del cuerpo.
Esta comunicación química y eléctrica se realiza gracias al sistema nervioso que lo nutre: s. n. intestinal y al s. n simpático y parasimpático, los que le permiten, además de nutrirse, reaccionar, moverse y realizar sus funciones, comunicarse con el resto de musculatura corporal, utilizando los transmisores comunes a ambos tipos de sistema muscular. Pero es con la musculatura más cercana, con la que tiene que ver su funcionamiento con la que establece comunicación no sólo nerviosa, sino sinérgica o antagónica.

El intestino necesita un movimiento continuo para realizar la digestión y el vaciamiento, por tanto todo lo que se oponga a ese movimiento dificultará su función y le hará protestar.

Cuando el tórax se expande en la inspiración aumenta su volumen en sentido horizontal abriendo las costillas y en sentido vertical bajando el diafragma. El aumento del volumen torácico coincide con la pérdida del mismo volumen abdominal, es decir que el tórax respira a costa de comprimir al intestino. Quiere decir que el intestino no sólo se mueve intraluminalmente variando el diámetro, sino también debe moverse para adaptarse a esa variación cadencial de volumen.

Cuando el intestino se inflama, está lleno o tiene fermentaciones no se mueve, la presión intrabdominal aumenta y hay dificultad para el movimiento siendo doloroso forzarle a hacerlo. Pero tenemos que seguir respirando y podemos hacerlo presionando sobre ese intestino dolorido o respirar cada vez más pequeñito para evitar el dolor. 

También podemos aumentar el volumen del abdomen presionando con la musculatura esquelética que rodea la cavidad para que sacando la barriga, el intestino tenga más sitio y duela menos. Podemos distender o contraer la barriga para alterar su volumen pero siempre a costa de la respiración, alterando el volumen de aire inspirado.

Como en diafreo trabajamos con la respiración libre tenemos que prestar atención a los intestinos como al resto del cuerpo ya que sin unos intestinos sueltos, móviles y  con espacio, no se liberará la respiración.

.-Funciones de los intestinos:

La más conocida es sin duda la digestión y quizá la más importante para la supervivencia pero el intestino tiene relación directa con la inmunidad del sujeto ya que contiene la llamada biota es decir millones de bacterias que en colonias digieren la comida, el intestino sólo contribuye a la digestión con el movimiento y las sustancias que llegan desde las glándulas, el resto lo hacen estos bichitos que forman parte de nuestro ADN ya que no tenemos reacción inmunológica contra ellos, es decir los reconocemos como propios y son capaces de eliminar a los parásitos que llegan por la ingestión. La alteración de la biota da lugar a numerosas alteraciones digestivas incluso enfermedades.

Otra función que he nombrado al principio es que forma parte de la cadena muscular. Al tener un sistema nervioso que se rige por los mismos neurotransmisores que el sistema nervioso que rige la musculatura esquelética, se comunican entre sí. Los intestinos actúan sinérgicamente con la musculatura de la espalda formando “masa” es decir que se contraen y relajan a la par.

Dicen los chinos: “es imposible tener una espalda sana con un intestino enfermo y viceversa”

Por tanto, empezar masajeando la masa intestinal permite bajar las lumbares al suelo, relajar y disminuir la contractura intestinal aumenta su movilidad y por tanto mayor trayecto del diafragma y mayor volumen respiratorio, podemos decir que otra función intestinal es mejorar la respiración a través de su liberación.

.-Masaje de los intestinos:

Con la persona acostada, las manos calientes, las uñas cortas, empezamos preguntando si le duele y dónde. Generalmente no se empieza a masajear donde hay dolor, porque aumenta la contractura en un movimiento defensivo típico del intestino. Si no tiene dolor de estómago se empieza entre las costillas, donde termina el esternón que es el único lugar donde se puede tocar una parte del estómago. Con cuidado, despacio, pero profundo intentando con los dedos saber qué se toca, qué hay, cómo responde a la presión, es como aprender a “ver” con los dedos.

Los intestinos son móviles, huecos y flotan en el líquido intersticial que llena el abdomen por tanto su tacto es suave, redondo, móvil pero si están contraídos se notan las fibras rígidas, duras, paralizadas y con dificultad para aceptar los dedos.

En las zonas pequeñas como la del estómago se usan los dedos, pero en las zonas más grandes se usan las manos planas, aunque la mayor superficie de tacto es a expensas de la sensibilidad. Hay que hundir los dedos para llegar a tocar las fibras intestinales, sin olvidarse que es una zona muy sensible, además no tiene protección; el abdomen en los mamíferos generalmente es una zona vulnerable por lo que es normal que lo que se siente sea muy intenso. Detrás de cada toque hay una parte del intestino que expresa algo de la dueña o dueño del cuerpo que lo contiene y no suele ser baladí.

Después buscamos hundir los dedos en la parte derecha del abdomen donde se encuentra la zona biliar y parte del duodeno, también puede ser doloroso y hay que apretar con cuidado aunque intentando “exprimir” para que la bilis circule, porque con las contracturas se estanca y produce litiasis. 
Lo que se busca son los “boliches”, es decir las contracturas que se palpan perfectamente. 

Cuando se encuentra una contractura hay que “entretenerse”, si las molestias lo permiten e intentar relajar, mover, amasar aunque no que suelte a la primera. Hay que ser paciente
Luego a la izquierda a la misma altura que la anterior y lo mismo. Si la persona sufre diabetes se puede intentar meter los dedos debajo de las costillas para masajear el páncreas…

Luego el colon que es ascendente en la parte derecha del cuerpo y descendente en la izquierda, el colon transverso a la altura del ombligo pero de derecha a izquierda.

El intestino delgado está en medio. Se toca como una masa única las más de las veces dura, que se mueve toda a la par y que ocupa desde el estómago hasta casi el vientre, aunque no siempre es así. 
Esta masa hay que intentar moverla y amasarla teniendo en cuenta siempre lo que desencadena en la persona. Yo digo que el intestino delgado es el representante sindical de los sentimientos sutiles y cotidianos mientras que el colon y el estómago representan los primarios: miedo, tristeza, ira y alegría.

Darle sentido al intestino es obra de muchas sesiones salvo excepciones de personas con una gran sensibilidad y conciencia corporal y ya saben conectar; el resto intentamos conectar y hacemos lo que podemos, por ello no hay que exigir que le ponga palabras a lo que siente, lo hará si lo sabe y si tiene necesidad.

El intestino forma parte de nuestra vida cotidiana y las sensaciones que parten del abdomen son múltiples a lo largo del día, a veces desde que nos levantamos ya sabemos cómo está: hinchado, doloroso o bien. Otras es la digestión la que nos dice cómo está, si es fácil y no la notamos o es pesada y lenta.

.-Relación entre los “pliegues”, el intestino y la espalda

Los pliegues a los que se refiere Malén son contracturas lineales en la pared del abdomen , permanentes y que se ponen de manifiesto cuando no compensamos en otros lugares o cuando intentamos la respiración profunda de Mézières en la que hay que empujar la pared abdominal hacia fuera en espiración.

Suelen ser las más frecuentes:

a) a nivel del estómago al final del esternón, es la más alta, coincide con la duodécima vértebra dorsal, más o menos y las vísceras son el estómago, el páncreas y el bazo.

b) A nivel de la cintura, coincide con el duodeno, colon transverso y las vísceras hígado, vesícula biliar y con las primeras vértebras lumbares.

c) A nivel del ombligo, coincide con el intestino delgado, podríamos relacionarlo con el útero y la vejiga urinaria y con la tercera vértebra lumbar.

d) a nivel del pubis coincide con el último tramo del intestino grueso, la ampolla fecal, los genitales internos en los hombres, la uretra, y coincide con la quinta vértebra lumbar.

Relajar los pliegues significa relajar todo lo que se relaciona con ellos.

Es importante tener en cuenta la zona de mayor contracción en la persona que está trabajando para intentar que suelte ya que será el último lugar de compensación y el  más difícil. La significación la tiene que encontrar cada persona, yo no soy partícipe de darle un significado estándar para aplicarlo en general a todas las personas, me gusta que cada cual le dé el suyo.

Quiero añadir la relación de los pliegues con los chakras que Malén nos ha enseñado.

El pliegue tercero se relaciona con el tercer chakra Manipura, su nombre significa "la ciudad de las gemas". Localizado en el plexo solar de nuestra anatomía occidental, con el estómago, el páncreas.

El segundo chakra llamado Svadhisthana, significa "el lugar donde mora el ser", y está ubicado en el plexo hipogástrico, en la zona genital. Se relaciona con el segundo pliegue.


El primer chakra Muladhara significa "fundación". Ubicado en el plexo pélvico, entre el ano y los genitales, lo podríamos relacionar con el pliegue último relacionado con el pubis y la quinta v. lumbar.

Luz Casasnovas

Palma, 20 de febrero de 2017