REPENSAR,
REINTERPRETAR Y SENTIR
La medicina
es un poder objetizante (de objeto) que desposee, despoja para investir a su
estilo. Nos acostumbramos a ese saber objetizante, al mundo interpretado,
desviamos la mirada y cualquier otro sentido ante el murmullo del ser que pugna
por hablar de subjetividad y poesía donde todo es posible, el sí y el no, el
ahora y el quizás, el mío y el no mío.
A veces
descubrir una verdad insólita que te revela tu cuerpo se “opone” al saber
social, correcto con el que has ordenado tu vida.
La terapia
tiene que ayudar a deshacer esos dilemas, sin decantarse por ninguno. Tiene que
ser el paciente quien decida si sigue como siempre o si rompe lo construido y
vuelve a levantar a su gusto.
Repensar lo
acontecido, reinterpretarlo a la luz de lo que muestra y siente el cuerpo.
Luz
Casasnovas
Marzo, 2016,
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