jueves, 25 de febrero de 2016

Anna Freixas por Meye

Anna Freixas Farré y varias autoras: “Abuelas, madres, hijas. La

transmisión sociocultural del arte de envejecer” Edt. Icaria, 2005

Son siete capítulos independientes, escritos cada uno de ellos por una o

varias mujeres, pertenecientes en sus variadas formulas al movimiento

feminista.

Analizan la salud, la sexualidad, la vejez, el trabajo, las redes de mujeres,

reivindica a la poetiza cordobesa Juana Castro y aporta una bibliografía,

selección de películas y poesía.

En su conjunto plantea una nueva forma de afrontar el hecho de ser mujer

que envejece, que aporta al mundo su visión de la realidad superando  los

estereotipos culturales de invisibilidad, reivindicándose plena porque se

vive plena , a la mujer como valor y  propone dar respuesta

colectivamente al conflicto del trabajo domestico ya que no es un

problema individual.

Romper los moldes culturales del cuerpo de mujer, cuerpo concebido

desde la  utilidad: placer, reproducción, trabajo domestico, el cuidado del

otro, una carga en la vejez… y proponernos  como vivenciadoras de placer,

dadoras  de vida, protectoras de la vida, sabias, la otra y yo somos un valor 

es algo que tenemos que hacer cada día y momento, nadie lo hará por

nosotras, el cambio es nuestro.


El derecho a la ternura, reseña de Meye

Luis Carlos Restrepo: “El derecho a la ternura”   Edt. Península, 1997

Plantea  un cambio de paradigma de análisis de la realidad y de valores,

reivindica el derecho a la ternura frente a la competencia, la violencia, los

patrones culturalmente aceptados.

Propone que la ternura aparcada en el campo de lo privado y femenino

pase a ser visualizada en lo público y permita un cambio cultural/social,

donde el tacto sea el sentido por el cual  nos  vivimos como totalidad.

Somos singulares, la necesidad de la diferencia en todos los ámbitos de la

vida,  social y natural.

La gratuidad de las relaciones afectivas frente al mercado de distracciones

de los sentidos.

“El cuerpo es la pizarra donde se escribe la cultura” (pag.181) desde que

nacemos estamos siendo socializados, si escapamos y nos proponemos

con nuestras singularidad se nos mutila para ser adaptados, nuestra

imagen en el espejo es también una construcción cultural.

“No hay un cuerpo natural; no existe un cuerpo simple. …el cuerpo es un

gran campo de negociación del conflicto y el sentido, a cuyas sugerencias

sutiles debemos aprender a responder. …el dolor es el mensajero de estos

desequilibrios…..es preciso escuchar la queja y entender que en ella

aparece resumido un combate con el mundo cuyas claves es necesario

descifrar. Perder el miedo al dolor y abrirle paso a la ternura…que siendo

imposible ir más allá de la piel es suficiente tarea pretender entender lo

que puede el cuerpo. …Entre otras cosas, porque tratándose de la ternura,

no tiene sentido pretender ir más allá del cuerpo.”(pag.186-189)

miércoles, 17 de febrero de 2016

LA RESPIRACIÓN POR MALÉN CIREROL





LA RESPIRACIÓN


Si sabemos observar la respiración de una persona podemos tener mucha información sobre ella: sus miedos, vitalidad, angustia, sexualidad etc…y también sobre su columna y su musculatura.

Porque la respiración es la llave que abre o cierra todo un encadenamiento de juegos musculares, energéticos y emocionales. Su bloqueo o su libertad condicionan todo el ser.

Aunque la mayor parte de las veces el bloqueo de la respiración es de origen emocional, para fijarlo se utiliza la musculatura, que, con el paso del tiempo, va adaptándose, crispándose y en consecuencia, acortándose. Por lo tanto no podremos pretender liberar la respiración sin tener en cuenta, además de las causas emocionales y energéticas, al sistema nervioso (la orden) y a la musculatura.

Diferentes planos  de trabajo.-
El trabajo  con  la respiración es esencial  en Diafreo.
No  enseñamos a las  personas  a respirar sino  que  observamos donde están los  frenos  que  impiden la  adaptación  de la  respiración a las  diversas  situaciones vitales e intentamos  liberarlos.
Buscamos la recuperación de la respiración fisiológica, teniendo  en cuenta su relación con las grandes líneas energéticas y fisiológicas del cuerpo: bloque  superior e inferior.
Trabajamos  para  soltar  las   cadenas  musculares  que  retienen el  libre  movimiento  del tórax y buscamos soltar las tensiones del diafragma  que, como dice la  palabra Diafreo, tiene que “separar dejando pasar”.
Todo ello siempre en triple lectura.
FISIOLÓGICA: equilibrio  muscular, movimiento, bloqueos sutiles en la relación antero-posterior (vértebras, esternón, pliegues, piramidal abdominal-5ª lumbar)
ENERGÉTICA: abrir, sentir, dejar circular.
EMOCIONAL: significados  de los  bloqueos. Memorias, sentimientos  o imágenes que  aparecen al ir liberando  la respiración.

Los diferentes planos del bloqueo respiratorio

La respiración queda completamente condicionada si la caja torácica está ligada e inmovilizada por músculos cortos y contraídos que, a su vez, están fijados por el acortamiento de las cadenas. Pero liberar  la  musculatura  no  será  suficiente. La  respiración  continuará   condicionada, si, al liberar esta musculatura, la persona no puede asumir las sensaciones y emociones que puedan aparecer. Será  importante darse cuenta de la significación de su actitud corporal  y qué expresiones  está  reteniendo mediante  las  tensiones  establecidas
Las muy diferentes formas en que se bloquea la respiración implican  actitudes diversas. Según esta actitud estarán comprometidos unos u otros músculos, que determinarán  la forma del tórax, de tal manera, que, en el movimiento respiratorio estarán implicados unos segmentos e inmovilizados otros, que se inhibieron en su día. Por lo tanto, el trabajo será diferente  con  cada  persona y tendrá que desarrollarse en  los diferentes planos muscular, energético y emocional.

En el plano energético la respiración condiciona la circulación energética  hacia la pelvis  y las piernas y la retención de la energía en las partes altas del cuerpo. El Diafragma es un potente pistón que bombea la energía hacia abajo. En consecuencia, al liberar la respiración habrá una liberación del flujo energético de arriba abajo que despertará sensaciones y  percepciones que en su día fueron inhibidas y que tendrán que pasar por el proceso de darse cuenta, dejar pasar, aceptar y expresar.



ALGUNAS NOCIONES SOBRE ANATOMÍA Y BIO- MECÁNICA RESPIRATORIA
Cuando llevemos nuestra mirada hacia el plano de la bio-mecánica muscular, podremos observar que el diafragma y los demás músculos respiratorios están completamente comprometidos con toda la musculatura de la estática, y con las cadenas musculares que la determinan. 

Por lo tanto podremos afirmar que no hay equilibrio muscular sin desbloqueo respiratorio y tampoco habrá desbloqueo respiratorio sin mejorar el equilibrio muscular en su conjunto.

Por ello, en nuestro trabajo va a ser de capital importancia SIEMPRE, la observación y el trabajo sobre la respiración.

La respiración está dirigida básicamente por el sistema nervioso neuro-vegetativo o autónomo. Sin embargo puede ser modificada voluntariamente en cualquier momento interviniendo en este caso el sistema nervioso central.
Es  decir: nuestra respiración habitual, de la cual no somos conscientes, está dirigida por el sistema autónomo, que, a su vez, depende de la zona del hipotálamo y por lo tanto de nuestra vida emocional. Cuando intervenimos directamente en ella, como, por ejemplo, en las técnicas respiratorias más habituales, actuamos utilizando  órdenes  que provienen del sistema nervioso central. El cambio que obtenemos así, si bien  mejora momentáneamente la  oxigenación, dura el tiempo que le prestamos atención de forma consciente. Logramos  oxigenar más a pesar de nuestros bloqueos.
Por lo tanto, podemos deducir que, un verdadero cambio, para que sea estable, debería provenir de la modificación profunda de las órdenes inconscientes que provienen del sistema  neuro-vegetativo. Esto implica inevitablemente la liberación de las inhibiciones emocionales.

Al nivel mecánico, no hay más que un verdadero músculo respiratorio: el diafragma. Es el músculo que separa la parte inferior del tórax de la parte superior del abdomen. Siempre ha sido considerado como un pistón. Al moverse hacia abajo, aumentando el volumen del espacio interior del tórax y cambiando su presión interior, facilita la entrada del aire. Al subir de nuevo a su anterior posición, cambiando de nuevo volumen y presión, impulsa la expulsión del aire.
Sin embargo el diafragma tiene otras funciones muy importantes que rara vez son tenidas en cuenta en la visión tradicional. Su fisiología está en relación con todas las funciones más importantes del ser humano.

Los pulmones no están en el abdomen sino en la caja torácica, por lo que la respiración fisiológica es la que se hace en el tórax. Muy  posiblemente utilizamos la  respiración  abdominal  para  mover  indirectamente  el  diafragma  sin  movilizar el  tórax por la  relación  directa que  éste  tiene   con  nuestra  vida  emocional. 
La  respiración   es  muy  variada  y  debería  poder  adaptarse  en  cada  momento  a  nuestra  situación  vital. Por  lo  que  es importante tener la caja torácica libre para poder respirar en cada momento como corresponda.
Sin  embargo la respiración fisiológica es una.



Anatomía del diafragma.
FORMA: La forma del diafragma es de una bóveda con cavidad inferior. Forma que podríamos comparar a una medusa, un paraguas o a un casco de motociclista.
Separa totalmente, la cavidad torácica de la abdominal. Está constituida por finos músculos digástricos (con dos vientres) yuxtapuestos, cuyos tendones centrales, entrecruzándose, forman el centro frénico, que es una lámina fibrosa asimétrica que ocupa el centro del diafragma. La parte muscular, se divide en una porción vertebral, una porción costal y una porción esternal.

Porción vertebral: está constituida por los pilares del diafragma. Son dos gruesos haces musculares de fibras de longitud desigual. El haz o pilar derecho se inserta sobre los discos intervertebrales L1-L2 y L2-L3, bajando, en algunos individuos, hasta L3-L4.
El haz o pilar izquierdo se inserta sobre el discoL1-L2 y se prolonga  muchas veces hasta el disco L2-L3.
Cada una de estas inserciones, se prolonga sobre el cuerpo vertebral en la cara anterior de las vértebras inmediatamente superior e inferior al disco.
También en esta porción vertebral, hay que incluir sus arcos, espacios que dan paso al Psoas y al Cuadrado Lumbar. El primero (arco del psoas), se extiende de la primera a la segunda vértebra lumbar y el segundo(arco del Cuadrado Lumbar), de la primera vértebra lumbar a la doceava costilla.

Porción costal: se inserta en la cara interna de las seis últimas costillas.

Porción esternal: está constituida por uno o dos haces musculares que van a insertarse en la cara interna del apéndice Xifoides del Esternón.

Orificios del Diafragma:  El Diafragma separa totalmente el tórax del abdomen. Solamente presenta tres orificios:
     -Orificio aórtico: permite el paso de la  aorta y también el paso del canal torácico del  sistema linfático.
    -Orificio esofágico: permite el paso al esófago que está íntimamente adherido al diafragma  por  una  membrana  y   un  ligamento.   También  da paso a  ramas del nervio vago, y a los nervios esofagianos dorsal y ventral.
    -Orificio de la vena cava inferior: la vena cava  atraviesa el diafragma por un orificio que se sitúa al nivel del centro frénico.

Inervación del  diafragma.-
El  Diafragma  está  inervado  por  el  nervio Frénico que  tiene  su  origen en el cuarto nervio cervical. Por lo general se conoce como el nervio motor del diafragma, aunque éste se ha­lle inervado también por los nervios torácicos inferiores. El nervio frénico discurre por la superficie ventral del músculo escaleno anterior y  entre  los  haces  del  esterno-cleido-mastoideo.
(Continúa entre la vena subclavia y la arteria subclavia, penetra en el tórax y llega al diafragma, donde se divide en sus ramas terminales. Las ramas terminales son supradiafragmáticas para la pleura, diafragmáticas para el diafragma y subdiafragmáticas para el peritoneo subdiafragmático, serosa y ligamentos del hígado, las suprarrenales y el plexo solar.)
La relación del Diafragma con las vértebras cervicales mediante el nervio frénico, dado su recorrido directo, nos hace comprender que no podemos aislar la función de la respiración de la zona cervical. Muchas veces es su liberación la que, al restituir un buen funcionamiento del nervio, ayuda a liberar el diafragma y por lo tanto a mejorar la función respiratoria. Mientras el nervio frénico esté presionado y  tironeado por los acortamientos y las crispaciones musculares, su excitabilidad crispará también al diafragma.

Función respiratoria del Diafragma:
Aunque el músculo por excelencia de la respiración es el Diafragma, al ser la respiración una función indispensable a la vida, está muy asegurada por todo un encadenamiento de músculos accesorios de la respiración. Las funciones hegemónicas de nuestro organismo, (circulación, digestión, eliminación etc…) son esencialmente vegetativas y no necesitan la intervención de nuestra voluntad. La respiración es la única excepción a esta regla, poseyendo mandos vegetativos automáticos, pero pudiendo tomar el relevo la orden voluntaria; por ejemplo, cuando queremos hacer una respiración de gran amplitud, o bien si decidimos voluntariamente respirar  predominantemente con el abdomen, o levantando las primeras costillas.
En las respiraciones de gran amplitud utilizamos los músculos accesorios de la respiración. Cuando debido a un bloqueo, una crispación del Diafragma los utilizamos constantemente más allá de la función para la cual han sido diseñados, empezamos a desequilibrar nuestro funcionamiento muscular respiratorio, que, por su encadenamiento, va a repercutir en todo el organismo.

Los  dos movimientos  básicos  del  Diafragma.
Como  todos los  músculos, el  Diafragma tiene movimientos  diferentes   según  cuál  sea  el  punto  de  apoyo  que  utilice: el  centro  frénico  o  bien  los  pilares.

En  la inspiración.-
En una inspiración de pequeña amplitud, el Diafragma toma, en un primer tiempo, un apoyo al nivel de sus inserciones lumbares, esternales y costales bajando el Centro Frénico que  será  el  punto de  apoyo real para  abrir  la  caja  torácica. Las vísceras abdominales le darán    apoyo, para  que  así su  parte  muscular pueda  elevar ligeramente las inserciones costales y por lo tanto las costillas bajas creando   espacio  para  la  entrada  del  aire.
El músculo transverso, suele  ser  descrito  como  espirador,  sin  embargo,  desde   nuestra  visión, y  partiendo  de la  fisiología de  la  respiración,  que  sitúa  los  pulmones y  por  lo  tanto la  inspiración  en el  tórax, su  función  es inspiradora,  ayudando  a las  vísceras a  proporcionar  el  punto  de  apoyo  al  Diafragma.
Si el  diafragma  toma  su  punto  de  apoyo  en los  pilares  del  diafragma, estos  se acortarán  tirando  de  él; el  movimiento  entonces  será  diferente. Los  pilares  tirarán del  Diafragma provocando  una  apertura  en  forma  de  tapa  que  se  levanta.  Se  levantará la  parte  anterior de  las  costillas y se  provocará  lordosis con  el  consiguiente   acortamiento de la  cadena.
Una inspiración de gran amplitud, se logrará  profundizando   la  respiración, habitualmente  de  forma  consciente.
Tomando  como  punto  de  apoyo   el  apoyo  del  centro  frénico   sobre  las  vísceras, este  apoyo  se  amplificará  mediante  una  cierta  presión  del  transverso en  la  zona  del  estómago (hipogastrio) que dará  mayor  apoyo  al  centro  frénico provocando así un mayor ensanchamiento  del  tórax anterior, lateral  y  posterior ampliando el  espacio de  la  caja  torácica.
Tomando  como  punto  fijo los  pilares, se  amplificará  el  movimiento  respiratorio con  un  fuerte  apoyo en  ellos que arrastrará sus inserciones lumbares hacia adelante desplazando estas vértebras con sus discos correspondientes, aumentando así la lordosis lumbar. Éste aumento de la lordosis servirá como punto de apoyo y punto de partida a la contracción encadenada de la musculatura posterior de la espalda: de los músculos espinales (sacro-lumbar, dorsal ancho, y epi-espinoso.)
Estos músculos actúan desde abajo tirando sobre sus inserciones que van de costilla en costilla, como si fueran el cordón de una persiana veneciana levantando sus láminas, provocando una rotación del cuerpo de la costilla debida a la tracción hacia abajo, abriendo así la caja torácica hacia delante.
Siguiendo esta contracción en cadena de la musculatura posterior, la columna quedará fijada en lordosis y esta fijación inspiratoria servirá de punto de apoyo para que los músculos inspiradores escapulares entren en juego.

Inspiración escapular.-
Esta respiración toma como punto de apoyo la fijación de la columna vertebral(lumbar y dorsal) tal como la acabamos de explicar. La  cintura  escapular es traccionada hacia  adelante y hacia  arriba gracias a los inspiradores accesorios que en este caso son el Gran Dorsal (por sus inserciones en las cuatro últimas costillas), el Gran Pectoral (en las seis primeras costillas), el Serrato Mayor (diez primeras costillas) y el pequeño pectoral (3ª, 4ª y 5ª costillas.)
El funcionamiento en cadena continúa y la fijación de la nuca y la cabeza permitirán la entrada en acción del esterno-cleido-mastoideo (por su inserción en la clavícula y el manubrio esternal) y de los escalenos (dos primeras costillas.)

Este proceso respiratorio aquí  descrito es el de una inspiración de gran amplitud y se apoya  en  la  fijación  de la  columna. Aunque  los  diversos  bloqueos  que  puedan  haberse  producido  a  lo  largo  de  la  vida, y  que  son  diferentes  en  cada  persona,  cambian  estos  mecanismos.
La comprensión de este mecanismo fisiológico inspiratorio nos permite  afirmar que cuando hay bloqueo en inspiración (el más frecuente), irá, en la mayoría de los casos, acompañado de fijación de la lordosis provocando o siendo consecuencia del acortamiento de la musculatura de la espalda, de la nuca y del cuello.
Es debido a este acortamiento de la  cadena  muscular  de la espalda, favorecido  por el gran nº de músculos que  la  integran, que los  bloqueos  de la  respiración sean,  la  mayor parte  de los  casos, bloqueos  en inspiración.
También la  inspiración, al  ser  un  movimiento  activo  y de  supervivencia  está dotado   también  de  una  serie  de  músculos accesorios para  asegurar la vida  si  hay  fracaso de los  músculos propios de  la  función.

Función  del músculo Transverso en  la  inspiración:
En Diafreo el Transverso se  considera  como inspirador, al revés de  lo  que  se  propone  en  la  mayoría  de  las  técnicas, en  las  que   se  potencia  su  utilización en la espiración.
Además se  suele  reforzar porque habitualmente el transverso, debido  a  la  dirección  de  sus fibras está considerado como la faja abdominal.

Los  dos  puntos  fijos más  importantes  del Transverso  son la  Fascia  tóraco-lumbar que  se  inserta  en  las  vértebras  lumbares, en  su  parte  posterior y  la  Línea  Alba en  su cara  anterior.
Según la teoría de Mézières, todos los músculos que tienen alguna de sus inserciones en  conjunto  con las de la cadena posterior, tendrán  como  función  predominante la  que comparte con  esta  cadena. Así  pues, por la  inserción del  Transverso conjunta  con  la  cadena  posterior, la  función  que  predominará  en  el  Transverso será  la  de  la  póstero-flexión o  sea  la  lordosis.

Se  suele  considerar el Transverso como  músculo espirador ya que en las espiraciones de gran magnitud baja las costillas lateralmente, al igual que los oblicuos. Sin embargo, en la parte anterior del  cuerpo el único que baja las costillas es el recto abdominal.
Espirar, para la mayoría de las técnicas significa vaciar el  vientre, sin necesariamente bajar las costillas de delante.

Pero ¿porque decimos que  el  Transverso  es inspirador?
Si hacemos una respiración diafragmática y anatómica, en la inspiración el diafragma baja. Todo músculo para trabajar necesita un punto de apoyo y un punto móvil, ya que si tiene que tirar de unas  inserciones tiene que tener  un  punto  de  apoyo. En el momento de la inspiración cuando el diafragma baja, baja el centro frénico acortando sus fibras, horizontalizándolas de manera que puedan tirar de las costillas, y éstas, a su  vez, abrir  la caja torácica.
Para que las fibras del diafragma puedan hacer esa función el diafragma necesita tener un  punto  de  apoyo; este apoyo se  logra apoyando  el centro frénico en la masa visceral. Si el apoyo está blando el diafragma encontrará  dificultad para  ejercer  su  función.
Es  precisamente el transverso que, en el momento de la inspiración, facilita este apoyo: presiona las vísceras para que de esta manera el diafragma obtenga un buen soporte. Si en el momento de la inspiración, como  se  enseña  a  menudo, hinchamos el  vientre, las vísceras se  ablandan y el  diafragma  no  obtiene  un  apoyo  firme, buscándolo  entonces  en  los  pilares, lordosando  las vértebras  lumbares..
Además si el transverso no  se  utiliza  en  la  inspiración, al  estar  libre, entrará  en  acción en  la  espiración  impidiendo la  acción  del  recto  y  por  lo  tanto   la  bajada  de  la  parte  anterior  de la  caja  torácica contribuyendo además al  bloqueo  del  Hara.
En Diafreo, intentamos inhibir la  acción del transverso en el momento de la espiración para  propiciar la  acción del Recto  Anterior Abdominal, aunque si la espiración es muy profunda, el transverso contribuirá en último término bajando las costillas lateralmente.
Si observamos la espiración en la sesión, podremos  notar como las personas que utilizan el Transverso marcan profundos  pliegues  en  algunas de  las  fibras  longitudinales  del  Transverso, diferentes  en  cada  persona. Les pedimos  entonces que respiren hacia el pliegue, empujándolo  hacia delante para  inhibir  la  tensión  de  estas  fibras  del Transverso. Si  lo  logran,  no  va  a hincharse  el  vientre,  sino  bien  al  contrario, al  ser el  Transverso inhibido en  su  acción, entrará en  acción al  Recto  Abdominal con  lo  que  las  costillas  bajarán  y  veremos  aparecer  un  vientre  plano.
Si, al contrario observamos  como  el  vientre  se  hincha, podemos  suponer que  se  está  produciendo  una  lordosis sacral.

Espiración.-
La espiración espontánea, vegetativa proviene de la elasticidad de todos estos mecanismos inspiratorios, de la posibilidad de relajación de toda esta musculatura para volver al punto de reposo.
En estas circunstancias, el diafragma se relajaría, las vísceras abdominales serían liberadas de su presión y dejarían de ejercer a su vez una contra-presión y, la musculatura transversal abdominal relajada no impediría la bajada de la caja torácica.
Las costillas carecen de articulación en su unión con las vértebras y la rotación que  se produce en la inspiración con  apoyo  en  los  pilares es debida a una torsión del cartílago, que, en buenas condiciones de elasticidad, al relajar el diafragma, debería soltarse como un resorte, para volver a la posición de reposo, junto con la relajación de los músculos espinales. Se trataría, pues de un movimiento prácticamente  pasivo. Siendo activo solamente el músculo Recto del Abdomen que debería tirar de la 5º, 6º y 7º costillas y de la punta del esternón hacia abajo. El Recto es  el  único  músculo  que baja la  parte  más  anterior  del  tórax  y  no  resulta  completa la espiración  si  no  entra  en  juego.

Espiración de mayor amplitud.
Para lograr una espiración de mayor amplitud entran en juego otros músculos accesorios de la respiración:
El Transverso del abdomen entra en juego bajando, debido a sus inserciones, las seis últimas costillas en su cara lateral.
El Cuadrado lumbar bajará también la 12ª costilla.
Los músculos Oblicuos (los pequeños y los grandes) colaborarán a la bajada de las costillas en su cara lateral a excepción de las  cuatro primeras.
El músculo Recto del  Abdomen es el único que baja la parte  anterior del  tórax  facilitando  la  espiración  en  la  parte  anterior y  baja  de los pulmones. Pero su  flacidez o inhibición debido  al  exceso  de  tono  de las  cadenas  posterior  y  lateral, suelen  impedir  su  función. 

El Recto Anterior del abdomen entrará en acción solamente si el grado de tensión del Transverso, del  Oblicuo y de la cadena posterior lo permiten.

Hay que notar que las primeras costillas no tienen músculo espirador. La naturaleza es sabia; queda así asegurada una pequeña cantidad de aire residual que no es posible espirar, evitando el riesgo de presión negativa en los pulmones que provocaría el paso de la sangre a los alvéolos  pulmonares.

Desde esta óptica, la función de los músculos intercostales sería simplemente la de conservar espacio suficiente entre las costillas en todo momento.


Otra función del  Diafragma: La estática.
Extracto de la exposición hecha por Françoise Mézières en 1967 en el centro homeopático de Francia.

El Diafragma interesa tanto a la estática como a la respiración y no se le puede considerar más que desde este punto de vista.

En efecto, el Diafragma es un músculo lordosante por la inserción de sus pilares, fijados sobre los cuerpos de la 2º, 3º y muchas veces de la 4º vértebras lumbares y de su arco del Psoas, que se extiende de la apófisis transversa de la 1ª lumbar a la de la 2ª lumbar.

Hay que fijarse que estos puntos de inserción son también los del Psoas, los cuales se adhieren a los cuerpos vertebrales, desde la 12ª dorsal hasta la 5ª lumbar y, que, mientras que el Diafragma se dirige hacia delante y hacia arriba, los Psoas se dirigen hacia delante y hacia abajo. Estos músculos producen la lordosis y la acción del Psoas está todavía reforzada por la de los ilíacos (estos últimos por la tracción que ejercen sobre la pelvis, son en gran parte responsables de los pinzamientos del último disco  intervertebral.)

De esta manera ninguna acción aislada puede ser ejercida sobre estos tres músculos y las actitudes que imponen, tanto a las extremidades inferiores como a la pelvis y a la columna, influenciando los abdominales, los dorsales y la totalidad del sistema muscular. De allí la evidente vanidad del trabajo analítico.

Se comprende así, como el bloqueo respiratorio, inmovilizando las inserciones diafragmáticas, y a la vez las del Psoas, fijando la lordosis, dan un apoyo firme a los espinales (lordosantes también), comportamiento que mantiene la reducción de los movimientos respiratorios.

Esto obliga a catalogar al Diafragma entre los músculos de la estática y por lo tanto  influyendo en la morfología.
Aparece entonces, tanto como la pared inferior de la caja torácica, que como el agente principal de la ventilación pulmonar. Y  como fondo de una caja, es por lo tanto solidario con las paredes que le son contiguas; por lo tanto, la deformación de éstas, le afecta y, recíprocamente, su propia deformación se va a oponer a la corrección de sus caras adyacentes.

Así se explican las agravaciones que resultan de las gimnasias respiratorias.
No se trata de corregir el movimiento respiratorio, sino de liberarlo.
Por lo tanto no se podrá tolerar ninguna suspensión del ritmo respiratorio natural durante los ejercicios que, normalizando las caras contiguas al Diafragma, corrigen a la vez este músculo.

Puesto que es por la normalización de la forma orgánica que se normaliza la función, contrariamente a los usos instituidos.
 

Función circulatoria del Diafragma.
La cara superior del diafragma está en relación con el pericardio (envoltura serosa del corazón) parietal, a la que está adherido íntimamente por los ligamentos freno-pericárdicos.
La influencia del diafragma en la circulación  es evidente también porque la vena Cava, la Aorta y el canal torácico del sistema linfático lo atraviesan. Éste juega un papel de bomba esencial por su acción de presión - depresión entre los niveles torácicos y abdominales.

La crispación inspiratoria del Diafragma ocasiona, a la larga, trastornos circulatorios de los miembros inferiores, debido  a  su  influencia  en la circulación de retorno. Una  consecuencia de esta crispación del diafragma es la compresión en el orificio de la vena Cava que provoca una ralentización de la circulación de retorno con éstasis en las partes más alejadas y la consiguiente influencia en las varices y  estancamiento  circulatorio  en  el  abdomen.
Al nivel del estómago, la hernia hiatal (pequeña parte del cuerpo del estómago atraída a través del orificio esofágico debido a la tracción del esófago) crea desórdenes del sistema neurovegetativo cardíaco.

Función digestiva.
El masaje que el Diafragma ejerce sobre la masa abdominal tiene una evidente acción sobre la digestión. Su papel es también evidente en la defecación presionando las vísceras como un pistón.

El esófago está en íntima conexión con el Diafragma a través de ligamentos fibrosos y musculares y por una membrana fibro-elástica que lo une al borde del canal diafragmático de forma parecida a la de un embudo. Además, el esófago está fijado a la columna mediante sólidos ligamentos por la parte anterior de las vértebras cérvico-dorsales hasta la 4ª dorsal y también ligado a las paredes torácicas y a los órganos que lo envuelven: tráquea, bronquios, pleura, aorta, pericardio, tiroides.
Al estar tironeado por una mala estática de la columna y, por una contracción crónica del Diafragma, que suelen  ir  a  la  par, tendrá repercusiones en el funcionamiento digestivo y sobre las funciones de los órganos a los que está adherido.

Al quedar fijado el Diafragma en contracción crónica inspiratoria, su Centro Frénico queda fijado en descenso, aplanando la gran curvatura del estómago. Esto dificulta la acción de las fibras con función evacuadora y, debido a ésta dificultad, provoca digestiones lentas, muchas veces con fermentación y gases, además de una progresiva dilatación de la curvatura inferior que  tiempo atrás se diagnosticaba como  estómago caído.

Éste desplazamiento crónico del Centro Frénico hace bajar en consecuencia el orificio esofágico distendiendo, incluso llegando,  a  veces,  a  desgarrar los ligamentos que unen el esófago con el Diafragma. Al arrastrar en su descenso el estómago hacia abajo, movimiento que no puede seguir el esófago debido a los ligamentos que le mantienen unido  al tórax, el orificio esofágico se distiende. La tracción impide también un buen cierre de la válvula Cardias del estómago produciendo el reflujo del líquido gástrico sobre la mucosa esofágica. Esto provoca dolores epigástricos, ardores retro-esternales, seguidos de acidez en la boca (la mucosa del esófago no está preparada para recibir la acidez de las secreciones ácidas del estómago). También puede provocar eructos, regurgitaciones alimentarias después de las comidas, hipo etc…

Esta tracción, del estómago hacia abajo mientras el esófago es mantenido por los ligamentos que le sujetan, puede llegar  a provocar la Hernia Hiatal, que es el paso de una porción de estómago a través del orificio diafragmático dilatado. El intento del cuerpo por recuperar la normalidad se traduce en  espasmos del Diafragma  que muchas veces  empeoran la situación estrangulando, en el interior del orificio, esta porción de estómago. Todo ello provoca síntomas gástricos (úlcera, gastritis etc…) acompañándose muchas veces, debido a la proximidad del plexo neurovegetativo cardíaco, de signos cardíacos.

La aerogastria (aire en el estómago) y la aerocolia (gases en los intestinos) pueden ser, en parte, consecuencia  del éstasis circulatorio abdominal inherente al bloqueo diafragmático.


Corazón.
Directamente  ligada a la función digestiva, la relación  del diafragma  con el  corazón, generalmente no tenida  en cuenta,  es importante.
La punta del corazón está ligada al Diafragma mediante los ligamentos que le unen a él desde el pericardio. Debido a este contacto, toda forma de aerogastria, actuando sobre el plexo neurovegetativo, influenciará al ritmo cardíaco. Es la puerta abierta al espasmo frénico (del Diafragma) que es parte integrante al cuadro de angustia ligado al Diafragma, provocando muchas veces palpitaciones y reacciones dolorosas que pueden confundirse con un “angor” (angina de pecho).
En la crispación  crónica  del  diafragma en  inspiración, la  bajada del diafragma  tracciona  el pericardio arrastrándolo  hacia  abajo,  dificultando  crónicamente el bombeo  del  corazón que será frenado  por esta  tracción. Esto dará lugar a problemas  funcionales que  aumentarán  en momentos  de estrés  o angustia  en que  el diafragma  aumentará  su tirón.

Función ginecológica.
Toda contracción del Diafragma, en inspiración, provoca presión intra- abdominal que se transmite hasta el Periné, mientras que la espiración provoca una depresión, una relajación y lo distiende.

Una inspiración  de gran amplitud aumenta, como hemos visto, la lordosis lumbar por acción de las inserciones vertebrales del Diafragma y por la acción de los espinales. Si esta tracción es prolongada y se vuelve crónica puede llegar a producir una horizontalización del Sacro provocando gran tensión en el Periné. El Periné tiene inserciones en el Coxis que lo fijan hacia abajo y hacia delante. Al horizontalizarse el Sacro,  el Coxis es  arrastrado por  lo  que tira sobre estas inserciones. En  consecuencia, la musculatura del Periné es tensada entre sus inserciones que estiran en direcciones contrarias (coxis hacia atrás y hacia arriba y pubis hacia delante.) La musculatura perianal está entonces distendida en sus bordes, y contraída al nivel de los esfínteres.
Todo este juego de presiones y tracciones tienen una acción directa sobre la circulación, el sistema nervioso y por consecuencia es un factor a tener en cuenta en muchas de las problemáticas relacionadas con el periné: problemas ginecológicos, obstétricos y sexuales. Incluso urológicos.
Por lo tanto toda crispación crónica del Diafragma cuando hay bloqueo respiratorio, tiene  repercusiones sobre el Periné tanto por mediación de la masa visceral como por la tracción de la musculatura posterior.
Una vez más podemos afirmar con Mézières, que la forma condiciona la función.


Función de Fonación.
Es la función más sutil del Diafragma. La llegada del aire al nivel de la laringe permite a las cuerdas vocales emitir un sonido. Este sonido se modifica en la faringe, la boca y la nariz; la boca asegura la articulación del lenguaje.

El débito de aire que modula la laringe está condicionado por el control de la subida del Diafragma. Debe ser capaz a cada instante de bloquear, de modular esta subida, para permitir una expresión. Hay un juego muy sutil que se establece entre automatismos del aparato de fonación con controles continuos sobre el Diafragma que modulan la salida del aire y constantes cambios de presión en la masa abdominal (las vísceras abdominales podrían llamarse una masa “fluida”) que llegan hasta el  Periné que la contiene.

La comprensión de este mecanismo tan complejo de control automatizado del Diafragma nos permite entender la importancia del sonido, de la voz, de la abertura de la garganta, en relación con el Diafragma. El  bloqueo del sistema  de  fonación es  uno  de  los mecanismos  más  utilizados para  mantener  el  bloqueo respiratorio; porque es  conocido,  automático y  utilizado  constantemente.
Es así como la voz puede ser  a veces un factor de su liberación y otras, al  cerrar  las  cuerdas  vocales, de su represión.


El bloqueo de la respiración desde otro punto de vista.
Hasta aquí una explicación bio-mecánica de los mecanismos de la respiración, que nos van a ayudar a comprender sobre qué bases fisiológicas se apoya nuestra vida psíquica y emocional.
Sin embargo no podemos olvidar que somos una circulación energética. Circulación íntimamente ligada con la forma, por  ser  a  la  vez creadora de formas y consecuencia de ellas.

Desde un punto de vista energético, podemos considerar la respiración como un émbolo que moviliza o estanca la circulación energética.
La inspiración es una de las formas de recargar energía.  Y es en la espiración, con lo que supone de relajación, al soltar los mecanismos inspiratorios  y al liberar la presión del Diafragma sobre las vísceras, que podemos dejar circular esta energía hacia todo el organismo o, dirigirla a un punto concreto si éste es nuestro deseo.

Si miramos desde otra óptica energética, el Diafragma abarca y relaciona entre si los  niveles de los chakras Corazón (plexo cardíaco) y Solar (plexo solar) zona en que las tradiciones sitúan el encuentro de las energías cósmicas con las telúricas. Según estas tradiciones, si este encuentro es pleno, abierto y armonioso aparece la alegría de vivir.

El movimiento de la respiración responde, como la mayor parte de los movimientos orgánicos, al movimiento básico de la energía vital descrito por Galvani y más adelante por Reich, el movimiento pulsatil: contracción - expansión.

Permitir este movimiento, permitir que esta pulsación movilizada por la respiración llegue a todas las partes de nuestro ser, es lo que nos hace sentir vivos, con todo el placer, o todos los conflictos, que ello pueda despertar: sentir placer, o dolor, percibir las emociones, la excitación etc…

Nuestro primer mecanismo para no sentir (si hemos tenido en nuestra vida experiencias que nos han obligado a descender el tono vital para protegernos), es el bloqueo de la respiración y el primer instrumento de bloqueo es el diafragma. Al bajar el nivel de la respiración, tanto el nivel de carga energética como  su movimiento pulsátil disminuyen. Al disminuir el movimiento, la circulación energética baja. Así disminuye la intensidad de la percepción y permite más fácilmente el mantenimiento o la creación de los bloqueos. Toda la mecánica inspiratoria contribuye a ello.

Si, por ejemplo, observamos un niño cuando es reñido y por añadidura  no se le permite llorar, tendremos la triste visión de ver como, para retener su llanto, su pena, su miedo, su rabia, no puede hacerlo de otra manera que conteniendo la respiración, la mayor parte de las veces en inspiración. Su caja torácica queda hinchada en las costillas bajas. Soltar la espiración, con lo que implica de relajación dejaría la puerta abierta a todas estas emociones.
Aunque hablo mayormente del bloqueo en inspiración por ser el más común también existe  el bloqueo en espiración. Tiene entonces otros  sentidos; puede tener que ver con una actitud de desaparecer, de dejar de estar, o  ser utilizado también para  no sentir, como forma  de cierre a los estímulos exteriores.

Simplemente observando nuestras propias reacciones podemos darnos cuenta de qué forma se utiliza el bloqueo respiratorio.
Por ejemplo: La primera respuesta corporal cuando nos hacemos daño, es el bloqueo de la respiración en inspiración; también cuando pasamos miedo, como podría ser al tener que pasar por un callejón  oscuro y peligroso.
Porque al retener la respiración disminuimos el movimiento y la carga energética y por lo tanto utilizamos este bloqueo  para reducir la intensidad de la sensación y de la emoción.

La retención de la respiración permite cortar el circuito: información, descodificación y respuesta. La utilizamos tanto para no permitir la llegada de la información a nuestro Cortex cerebral para ser descodificada, como para retener la respuesta a los estímulos.
Como es el mismo circuito corporal, si hemos tenido que utilizar su bloqueo para una de estas dos finalidades, la otra va a estar inevitablemente afectada.
Cuando no podemos permitir que una emoción, un dolor, lleguen a la conciencia con toda su intensidad, cuando  no podemos  asumir  el  significado  de lo que estamos  viendo  o viviendo, bloqueamos la respiración. Cuando no podemos permitirnos una respuesta, bloqueamos la respiración. La mayor parte de las veces este mecanismo es inconsciente.

Toda respuesta a un estímulo es muscular; bien sea una expresión, un gesto, una expresión emocional, una huida, una agresión, incluso una palabra. Para bloquear una respuesta muscular, utilizamos la cadena posterior y un elemento esencial en el bloqueo de la cadena posterior es el bloqueo del diafragma y de la respiración.
Te propongo que hagas el intento de llorar, golpear, o simplemente hablar, en bloqueo inspiratorio. 
No es solamente al dolor, al miedo, a la rabia etc… sentimientos calificados como negativos a los que inhibimos la expresión. Lowen llama al momento final de la espiración, el momento del placer. Soltar  el bloqueo respiratorio, llegar hasta el final de la respiración lleva también al placer. Al placer con todas las connotaciones  que muchas veces tiene: castigo, falta de control, pecado, egoísmo, sentimiento de culpa, vergüenza…
También es el  momento  de  la  percepción  de  un@ mism@; el final de la espiración, con todo lo que implica: soltar  tensiones, dejar pasar la circulación de la energía, permite una mayor conexión con un@ mism@. Libera la información retenida o las emociones bloqueadas. Por ello, inconscientemente, a pesar de nuestra buena voluntad huimos fácilmente de este soltar que implica el final de la espiración. 

Si recordamos toda la bio-mecánica que esto implica, podremos entender el origen de muchos cólicos, taquicardias, mareos, pinzamientos etc…
Al ser inconscientes la mayor parte de estos mecanismos de inhibición de las sensaciones o de las respuestas, muchas veces estas informaciones, estas respuestas inhibidas, se somatizan. Pero, incluso así, las somatizaciones se asientan en gran parte en los mecanismos que acabamos de explicar.
Cuando estos mecanismos de bloqueo se hacen crónicos y automáticos, aparecerán resistencias a su liberación y a su interpretación utilizando  movimientos y conductas de sustitución. Y será solamente al poder relajar todo este engranaje de tensiones, cuando, quizás, aparezca su verdadero significado.
Por lo tanto: retención = bloqueo respiratorio = acortamiento de la cadena posterior.
También podríamos hablar de una relación entre lleno y vacío en la respiración. La sensación de lleno preserva  el sentimiento de omnipotencia. La espiración  es el momento de mayor percepción de lo que ocurre en nosotros. El vaciar nos pone frente a nuestra realidad, nuestros límites, frente a nosotros mismos. Frente a nuestra realidad placentera, pero también frente a nuestras miserias escondidas. Y la espiración se sentirá como sensación de vacío, de impotencia, si se ha tenido que vivir agarrados a la fantasía. Podrían  quedar como ilustración estas personas que quieren aparentar, o creer ser fuertes y poderosos hinchando el pecho. ¿No dicen ante una empresa que supera nuestras fuerzas: “hay que echarle pecho al asunto”?
Respirar es la clave.-
Cuando inspiro lleno mis pulmones de aire, los lleno de oxígeno y de vida. La vida  llega a mis células las regenera y, quema y elimina mis toxinas.
Inspirar es llenar mis pulmones, es tomar para mí. ¿Cuánto me doy? ¿mucho, poco, poquísimo?. Inspirar es hinchar mi pecho, hacerme presente, visible, ocupar mi sitio.
Quiero hacerlo con tiempo y espacio, con tiempo y tranquilidad, ocupar mi tiempo.
Inspirar es vivir mi individualidad, sentir que soy.
Espirar es sentirme muy adentro, estar a la escucha de mi ser más profundo. Espirar es abandonarme, sentirme una conmigo,  una con el Universo.
Y así, tomando y dejando ir, sintiéndome yo y fundiéndome en el todo, la ola va y viene. No quedo fijada en mí, no me pierdo en el Universo. Voy  y vengo formando parte del movimiento de la Vida.
Diferencia entre técnicas respiratorias y respiración relajada.  Con todo lo dicho anteriormente no será difícil entender la diferencia entre una y otra. Françoise Mézières dice que no hay que buscar corregir el movimiento respiratorio, sino que hay que liberarlo cambiando la forma del  cuerpo.
Sin  embargo la oxigenación de las células es vital para la supervivencia y para la conservación de la salud. Dominique Rueff (médico oncólogo) en su libro “Choisir la vie”, hace un estudio sobre el paralelismo entre la deficiencia de la respiración celular y el inicio de un proceso de cancerización. Habla de su experiencia clínica y de la de otros autores, en la que han observado que todo elemento favorecedor de la oxigenación celular, y por lo tanto de su respiración en un medio oxigenado, se opone al proceso de cancerización. Hace referencia a una serie de estadísticas hechas en miles de individuos de los dos sexos, de todas las edades y de toda condición social, probando que el 90% de los humanos tienen una capacidad respiratoria deficiente. Muchos, en vez de medio litro en cada inspiración, no absorben más que un cuarto, y muchas veces menos. Así pues, aunque el aire fuera puro, lo que en nuestras condiciones de vida moderna se ha vuelto un lujo, el oxígeno que absorberían sería insuficiente. Y nuestras grandes ciudades están cada vez más saturadas de oxígeno ionizado positivamente, lo que agrava lo ya polucionado del aire.
Por lo tanto cualquier técnica o terapia que ayude a una mejor oxigenación será siempre beneficiosa en este sentido. Para muchos será más fácil hacer una serie de ejercicios respiratorios que intentar el camino de reencontrar su respiración espontánea. Lo que sí hay que notar, es que una técnica respiratoria nunca se va a convertir en espontánea, por mucho que se practique.
Con una técnica respiratoria, se pone en funcionamiento el mando voluntario de la respiración y se aprende a respirar a pesar del bloqueo diafragmático, movilizando, por ejemplo, el Diafragma desde la respiración abdominal, mediante una serie de presiones con el abdomen.
Ya hemos visto que según un punto de vista mezierista, no se puede trabajar analíticamente, disociando respiración y estática. Las técnicas aumentarán las deformaciones pues siempre serán solicitados los mismos músculos. Por ejemplo, alguien que tenga una caja torácica deformada inspirará siempre por el mismo lado.
La mayoría de las técnicas ponen énfasis en la inspiración. Al aumentar la inspiración, sin dar una posibilidad real a la espiración, se aumentará la lordosis y la retracción de la musculatura espinal, por  lo tanto  el  acortamiento  de  la  cadena  posterior que  tendrá  a  su vez  como  consecuencia  el  bloqueo del  diafragma  cerrando  el  círculo vicioso.
Si  las  analizamos desde la  óptica  del trabajo emocional, las técnicas respiratorias van a dificultar el encuentro con uno mismo y la posibilidad de una reestructuración a partir de la propia realidad.



MALEN CIREROL, Mallorca