LA RESPIRACIÓN
Si sabemos observar la respiración de
una persona podemos tener mucha información sobre ella: sus miedos, vitalidad,
angustia, sexualidad etc…y también sobre su columna y su musculatura.
Porque la respiración es la llave que
abre o cierra todo un encadenamiento de juegos musculares, energéticos y
emocionales. Su bloqueo o su libertad condicionan todo el ser.
Aunque la mayor parte de las veces el
bloqueo de la respiración es de origen emocional, para fijarlo se utiliza la
musculatura, que, con el paso del tiempo, va adaptándose, crispándose y en
consecuencia, acortándose. Por lo tanto no podremos pretender liberar la
respiración sin tener en cuenta, además de las causas emocionales y
energéticas, al sistema nervioso (la orden) y a la musculatura.
Diferentes planos de trabajo.-
El trabajo
con la respiración es
esencial en Diafreo.
No enseñamos a
las personas a respirar sino que observamos donde están los frenos
que impiden la adaptación
de la respiración a las diversas
situaciones vitales e intentamos
liberarlos.
Buscamos la recuperación de
la respiración fisiológica, teniendo en
cuenta su relación con las grandes líneas energéticas y fisiológicas del
cuerpo: bloque superior e inferior.
Trabajamos para
soltar las cadenas
musculares que retienen el
libre movimiento del tórax y buscamos soltar las tensiones del
diafragma que, como dice la palabra Diafreo, tiene que “separar dejando
pasar”.
Todo ello siempre en triple
lectura.
FISIOLÓGICA: equilibrio muscular, movimiento, bloqueos sutiles en la
relación antero-posterior (vértebras, esternón, pliegues, piramidal
abdominal-5ª lumbar)
ENERGÉTICA: abrir, sentir,
dejar circular.
EMOCIONAL: significados de los
bloqueos. Memorias, sentimientos
o imágenes que aparecen al ir
liberando la respiración.
Los diferentes planos del bloqueo respiratorio
La respiración queda completamente
condicionada si la caja torácica está ligada e inmovilizada por músculos cortos
y contraídos que, a su vez, están fijados por el acortamiento de las cadenas.
Pero liberar la musculatura
no será suficiente. La respiración
continuará condicionada, si, al
liberar esta musculatura, la persona no puede asumir las sensaciones y
emociones que puedan aparecer. Será
importante darse cuenta de la significación de su actitud corporal y qué expresiones está
reteniendo mediante las tensiones
establecidas
Las muy diferentes formas en que se
bloquea la respiración implican
actitudes diversas. Según esta actitud estarán comprometidos unos u
otros músculos, que determinarán la
forma del tórax, de tal manera, que, en el movimiento respiratorio estarán
implicados unos segmentos e inmovilizados otros, que se inhibieron en su día.
Por lo tanto, el trabajo será diferente
con cada persona y tendrá que desarrollarse en los diferentes planos muscular, energético y
emocional.
En el plano energético la respiración condiciona la circulación
energética hacia la pelvis y las piernas y la retención de la energía en
las partes altas del cuerpo. El Diafragma es un potente pistón que bombea la
energía hacia abajo. En consecuencia, al liberar la respiración habrá una
liberación del flujo energético de arriba abajo que despertará sensaciones
y percepciones que en su día fueron
inhibidas y que tendrán que pasar por el proceso de darse cuenta, dejar pasar,
aceptar y expresar.
ALGUNAS NOCIONES SOBRE ANATOMÍA Y BIO-
MECÁNICA RESPIRATORIA
Cuando llevemos nuestra mirada hacia
el plano de la bio-mecánica muscular, podremos observar que el diafragma y los
demás músculos respiratorios están completamente comprometidos con toda la
musculatura de la estática, y con las cadenas musculares que la
determinan.
Por lo tanto podremos afirmar que no
hay equilibrio muscular sin desbloqueo respiratorio y tampoco habrá desbloqueo
respiratorio sin mejorar el equilibrio muscular en su conjunto.
Por ello, en nuestro trabajo va a ser
de capital importancia SIEMPRE, la observación y el trabajo sobre la
respiración.
La respiración está dirigida básicamente
por el sistema nervioso neuro-vegetativo o autónomo. Sin embargo puede ser
modificada voluntariamente en cualquier momento interviniendo en este caso el
sistema nervioso central.
Es
decir: nuestra respiración habitual, de la cual no somos conscientes,
está dirigida por el sistema autónomo, que, a su vez, depende de la zona del
hipotálamo y por lo tanto de nuestra vida emocional. Cuando intervenimos
directamente en ella, como, por ejemplo, en las técnicas respiratorias más
habituales, actuamos utilizando
órdenes que provienen del sistema
nervioso central. El cambio que obtenemos así, si bien mejora momentáneamente la oxigenación, dura el tiempo que le prestamos
atención de forma consciente. Logramos
oxigenar más a pesar de nuestros bloqueos.
Por lo tanto, podemos deducir que, un
verdadero cambio, para que sea estable, debería provenir de la modificación
profunda de las órdenes inconscientes que provienen del sistema neuro-vegetativo. Esto implica
inevitablemente la liberación de las inhibiciones emocionales.
Al nivel mecánico, no hay más que un
verdadero músculo respiratorio: el diafragma. Es el músculo que separa la parte
inferior del tórax de la parte superior del abdomen. Siempre ha sido
considerado como un pistón. Al moverse hacia abajo, aumentando el volumen del
espacio interior del tórax y cambiando su presión interior, facilita la entrada
del aire. Al subir de nuevo a su anterior posición, cambiando de nuevo volumen
y presión, impulsa la expulsión del aire.
Sin embargo el diafragma tiene otras
funciones muy importantes que rara vez son tenidas en cuenta en la visión
tradicional. Su fisiología está en relación con todas las funciones más
importantes del ser humano.
Los
pulmones no están en el abdomen sino en la caja torácica, por lo que la
respiración fisiológica es la que se hace en el tórax. Muy posiblemente utilizamos la respiración
abdominal para mover
indirectamente el diafragma
sin movilizar el tórax por la
relación directa que éste
tiene con nuestra
vida emocional.
La respiración
es muy variada
y debería poder
adaptarse en cada
momento a nuestra
situación vital. Por lo
que es importante tener la caja
torácica libre para poder respirar en cada momento como corresponda.
Sin embargo la respiración fisiológica es una.
Anatomía del diafragma.
FORMA: La forma del diafragma es de
una bóveda con cavidad inferior. Forma que podríamos comparar a una medusa, un
paraguas o a un casco de motociclista.
Separa totalmente, la cavidad torácica
de la abdominal. Está constituida por finos músculos digástricos (con dos
vientres) yuxtapuestos, cuyos tendones centrales, entrecruzándose, forman el centro frénico, que es una lámina
fibrosa asimétrica que ocupa el centro del diafragma. La parte muscular, se
divide en una porción vertebral, una porción costal y una porción esternal.
Porción
vertebral: está constituida por los pilares del diafragma.
Son dos gruesos haces musculares de fibras de longitud desigual. El haz o pilar
derecho se inserta sobre los discos intervertebrales L1-L2 y L2-L3, bajando, en
algunos individuos, hasta L3-L4.
El haz o pilar izquierdo se inserta
sobre el discoL1-L2 y se prolonga muchas
veces hasta el disco L2-L3.
Cada una de estas inserciones, se
prolonga sobre el cuerpo vertebral en la cara anterior de las vértebras
inmediatamente superior e inferior al disco.
También en esta porción vertebral, hay
que incluir sus arcos, espacios que dan paso al Psoas y al Cuadrado Lumbar. El
primero (arco del psoas), se extiende de la primera a la segunda vértebra
lumbar y el segundo(arco del Cuadrado Lumbar), de la primera vértebra lumbar a
la doceava costilla.
Porción
costal:
se inserta en la cara interna de las seis últimas costillas.
Porción
esternal: está constituida por uno o dos haces musculares
que van a insertarse en la cara interna del apéndice Xifoides del Esternón.
Orificios
del Diafragma: El
Diafragma separa totalmente el tórax del abdomen. Solamente presenta tres
orificios:
-Orificio aórtico: permite el paso de la
aorta y también el paso del canal torácico del sistema linfático.
-Orificio esofágico: permite el paso al esófago que está íntimamente
adherido al diafragma por una
membrana y un
ligamento. También da paso a
ramas del nervio vago, y a los nervios esofagianos dorsal y ventral.
-Orificio de la vena cava inferior: la vena cava atraviesa el diafragma por un orificio que se
sitúa al nivel del centro frénico.
Inervación
del diafragma.-
El Diafragma
está inervado por el nervio Frénico que tiene
su origen en el cuarto nervio
cervical. Por lo general se conoce como el nervio motor del diafragma, aunque
éste se halle inervado también por los nervios torácicos inferiores. El nervio
frénico discurre por la superficie ventral del músculo escaleno anterior y entre
los haces del
esterno-cleido-mastoideo.
(Continúa
entre la vena subclavia y la arteria subclavia, penetra en el tórax y llega al
diafragma, donde se divide en sus ramas terminales. Las ramas terminales son
supradiafragmáticas para la pleura, diafragmáticas para el diafragma y
subdiafragmáticas para el peritoneo subdiafragmático, serosa y ligamentos del
hígado, las suprarrenales y el plexo solar.)
La relación
del Diafragma con las vértebras cervicales mediante el nervio frénico, dado su
recorrido directo, nos hace comprender que no podemos aislar la función de la
respiración de la zona cervical. Muchas veces es su liberación la que, al
restituir un buen funcionamiento del nervio, ayuda a liberar el diafragma y por
lo tanto a mejorar la función respiratoria. Mientras el nervio frénico esté
presionado y tironeado por los
acortamientos y las crispaciones musculares, su excitabilidad crispará también
al diafragma.
Función
respiratoria del Diafragma:
Aunque el músculo por excelencia de la
respiración es el Diafragma, al ser la respiración una función indispensable a
la vida, está muy asegurada por todo un encadenamiento de músculos accesorios
de la respiración. Las funciones hegemónicas de nuestro organismo, (circulación,
digestión, eliminación etc…) son esencialmente vegetativas y no necesitan la
intervención de nuestra voluntad. La respiración es la única excepción a esta
regla, poseyendo mandos vegetativos automáticos, pero pudiendo tomar el relevo
la orden voluntaria; por ejemplo, cuando queremos hacer una respiración de gran
amplitud, o bien si decidimos voluntariamente respirar predominantemente con el abdomen, o
levantando las primeras costillas.
En
las respiraciones de gran amplitud utilizamos los músculos accesorios de la
respiración. Cuando debido a un bloqueo, una crispación del Diafragma los
utilizamos constantemente más allá de la función para la cual han sido
diseñados, empezamos a desequilibrar nuestro funcionamiento muscular
respiratorio, que, por su encadenamiento, va a repercutir en todo el organismo.
Los dos movimientos básicos
del Diafragma.
Como todos los
músculos, el Diafragma tiene
movimientos diferentes según
cuál sea el
punto de apoyo
que utilice: el centro
frénico o bien
los pilares.
En la inspiración.-
En una inspiración de pequeña
amplitud, el Diafragma toma, en un primer tiempo, un apoyo al nivel de sus
inserciones lumbares, esternales y costales bajando el Centro Frénico que será el
punto de apoyo real para abrir
la caja torácica. Las vísceras abdominales le
darán apoyo, para
que así su parte
muscular pueda elevar ligeramente
las inserciones costales y por lo tanto las costillas bajas creando espacio
para la entrada
del aire.
El músculo transverso, suele ser
descrito como espirador,
sin embargo, desde
nuestra visión, y partiendo
de la fisiología de la
respiración, que sitúa
los pulmones y por
lo tanto la inspiración
en el tórax, su función
es inspiradora, ayudando a las
vísceras a proporcionar el
punto de apoyo
al Diafragma.
Si el
diafragma toma su punto
de apoyo en los
pilares del diafragma, estos se acortarán
tirando de él; el
movimiento entonces será
diferente. Los pilares tirarán del
Diafragma provocando una apertura
en forma de
tapa que se
levanta. Se levantará la
parte anterior de las
costillas y se provocará lordosis con
el consiguiente acortamiento de la cadena.
Una inspiración de gran amplitud, se logrará profundizando la
respiración, habitualmente
de forma consciente.
Tomando como
punto de apoyo
el apoyo del
centro frénico sobre
las vísceras, este apoyo
se amplificará mediante
una cierta presión
del transverso en la
zona del estómago (hipogastrio) que dará mayor
apoyo al centro
frénico provocando así un mayor ensanchamiento del
tórax anterior, lateral y posterior ampliando el espacio de
la caja torácica.
Tomando como
punto fijo los pilares, se
amplificará el movimiento
respiratorio con un fuerte
apoyo en ellos que arrastrará sus
inserciones lumbares hacia adelante desplazando estas vértebras con sus discos
correspondientes, aumentando así la lordosis lumbar. Éste aumento de la
lordosis servirá como punto de apoyo y punto de partida a la contracción
encadenada de la musculatura posterior de la espalda: de los músculos espinales
(sacro-lumbar, dorsal ancho, y epi-espinoso.)
Estos músculos actúan desde abajo
tirando sobre sus inserciones que van de costilla en costilla, como si fueran el
cordón de una persiana veneciana levantando sus láminas, provocando una
rotación del cuerpo de la costilla debida a la tracción hacia abajo, abriendo
así la caja torácica hacia delante.
Siguiendo esta contracción en cadena
de la musculatura posterior, la columna quedará fijada en lordosis y esta
fijación inspiratoria servirá de punto de apoyo para que los músculos
inspiradores escapulares entren en juego.
Inspiración
escapular.-
Esta respiración toma como punto de
apoyo la fijación de la columna vertebral(lumbar y dorsal) tal como la acabamos
de explicar. La cintura escapular es traccionada hacia adelante y hacia arriba gracias a los inspiradores accesorios
que en este caso son el Gran Dorsal (por sus inserciones en las cuatro últimas
costillas), el Gran Pectoral (en las seis primeras costillas), el Serrato Mayor
(diez primeras costillas) y el pequeño pectoral (3ª, 4ª y 5ª costillas.)
El funcionamiento en cadena continúa y
la fijación de la nuca y la cabeza permitirán la entrada en acción del esterno-cleido-mastoideo
(por su inserción en la clavícula y el manubrio esternal) y de los escalenos
(dos primeras costillas.)
Este proceso respiratorio aquí descrito es el de una inspiración de gran
amplitud y se apoya en la
fijación de la columna. Aunque los
diversos bloqueos que
puedan haberse producido
a lo largo
de la vida, y
que son diferentes
en cada persona,
cambian estos mecanismos.
La comprensión de este mecanismo
fisiológico inspiratorio nos permite
afirmar que cuando hay bloqueo en inspiración (el más frecuente), irá,
en la mayoría de los casos, acompañado de fijación de la lordosis provocando o
siendo consecuencia del acortamiento de la musculatura de la espalda, de la
nuca y del cuello.
Es debido a este acortamiento de la cadena
muscular de la espalda,
favorecido por el gran nº de músculos
que la
integran, que los bloqueos de la
respiración sean, la mayor parte
de los casos, bloqueos en inspiración.
También la
inspiración, al ser un
movimiento activo y de
supervivencia está dotado también
de una serie
de músculos accesorios para asegurar la vida si
hay fracaso de los músculos propios de la
función.
Función del músculo Transverso en la
inspiración:
En
Diafreo el Transverso se considera como inspirador, al revés de lo
que se propone
en la mayoría
de las técnicas, en
las que se potencia su
utilización en la espiración.
Además
se suele
reforzar porque habitualmente el transverso, debido a
la dirección de sus
fibras está considerado como la faja abdominal.
Los dos
puntos fijos más importantes
del Transverso son la Fascia
tóraco-lumbar que se inserta
en las vértebras
lumbares, en su parte
posterior y la Línea
Alba en su cara anterior.
Según
la teoría de Mézières, todos los músculos que tienen alguna de sus inserciones
en conjunto con las de la cadena posterior, tendrán como
función predominante la que comparte con esta
cadena. Así pues, por la inserción del
Transverso conjunta con la
cadena posterior, la función
que predominará en el Transverso será la
de la póstero-flexión o sea
la lordosis.
Se suele
considerar el Transverso como
músculo espirador ya que en las espiraciones de gran magnitud baja las
costillas lateralmente, al igual que los oblicuos. Sin embargo, en la parte
anterior del cuerpo el único que baja
las costillas es el recto abdominal.
Espirar,
para la mayoría de las técnicas significa vaciar el vientre, sin necesariamente bajar las
costillas de delante.
Pero
¿porque decimos que el Transverso
es inspirador?
Si
hacemos una respiración diafragmática y anatómica, en la inspiración el
diafragma baja. Todo músculo para trabajar necesita un punto de apoyo y un
punto móvil, ya que si tiene que tirar de unas
inserciones tiene que tener
un punto de
apoyo. En el momento de la inspiración cuando el diafragma baja, baja el
centro frénico acortando sus fibras, horizontalizándolas de manera que puedan
tirar de las costillas, y éstas, a su
vez, abrir la caja torácica.
Para
que las fibras del diafragma puedan hacer esa función el diafragma necesita
tener un punto de
apoyo; este apoyo se logra
apoyando el centro frénico en la masa
visceral. Si el apoyo está blando el diafragma encontrará dificultad para ejercer
su función.
Es precisamente el transverso que, en el momento
de la inspiración, facilita este apoyo: presiona las vísceras para que de esta
manera el diafragma obtenga un buen soporte. Si en el momento de la
inspiración, como se enseña
a menudo, hinchamos el vientre, las vísceras se ablandan y el
diafragma no obtiene
un apoyo firme, buscándolo entonces
en los pilares, lordosando las vértebras
lumbares..
Además
si el transverso no se utiliza
en la inspiración, al estar
libre, entrará en acción en
la espiración impidiendo la
acción del recto
y por lo
tanto la bajada
de la parte
anterior de la caja
torácica contribuyendo además al
bloqueo del Hara.
En
Diafreo, intentamos inhibir la acción del
transverso en el momento de la espiración para
propiciar la acción del
Recto Anterior Abdominal, aunque si la
espiración es muy profunda, el transverso contribuirá en último término bajando
las costillas lateralmente.
Si
observamos la espiración en la sesión, podremos
notar como las personas que utilizan el Transverso marcan profundos pliegues
en algunas de las
fibras longitudinales del
Transverso, diferentes en cada
persona. Les pedimos entonces que
respiren hacia el pliegue, empujándolo hacia delante para inhibir
la tensión de
estas fibras del Transverso. Si lo
logran, no va a
hincharse el vientre,
sino bien al
contrario, al ser el Transverso inhibido en su
acción, entrará en acción al Recto
Abdominal con lo que
las costillas bajarán
y veremos aparecer
un vientre plano.
Si,
al contrario observamos como el
vientre se hincha, podemos suponer que
se está produciendo
una lordosis sacral.
Espiración.-
La espiración espontánea, vegetativa
proviene de la elasticidad de todos estos mecanismos inspiratorios, de la
posibilidad de relajación de toda esta musculatura para volver al punto de
reposo.
En estas circunstancias, el diafragma
se relajaría, las vísceras abdominales serían liberadas de su presión y
dejarían de ejercer a su vez una contra-presión y, la musculatura transversal
abdominal relajada no impediría la bajada de la caja torácica.
Las costillas carecen de articulación
en su unión con las vértebras y la rotación que
se produce en la inspiración con
apoyo en los
pilares es debida a una torsión del cartílago, que, en buenas
condiciones de elasticidad, al relajar el diafragma, debería soltarse como un
resorte, para volver a la posición de reposo, junto con la relajación de los
músculos espinales. Se trataría, pues de un movimiento prácticamente pasivo. Siendo activo solamente el músculo
Recto del Abdomen que debería tirar de la 5º, 6º y 7º costillas y de la punta
del esternón hacia abajo. El Recto es
el único músculo
que baja la parte más
anterior del tórax y no
resulta completa la espiración si
no entra en
juego.
Espiración
de mayor amplitud.
Para lograr una espiración de mayor
amplitud entran en juego otros músculos accesorios de la respiración:
El Transverso del abdomen entra en
juego bajando, debido a sus inserciones, las seis últimas costillas en su cara
lateral.
El Cuadrado lumbar bajará también la
12ª costilla.
Los músculos Oblicuos (los pequeños y
los grandes) colaborarán a la bajada de las costillas en su cara lateral a
excepción de las cuatro primeras.
El músculo Recto del Abdomen es el único que baja la parte anterior del
tórax facilitando la
espiración en la
parte anterior y baja
de los pulmones. Pero su flacidez
o inhibición debido al exceso
de tono de las
cadenas posterior y
lateral, suelen impedir su
función.
El Recto Anterior del abdomen entrará
en acción solamente si el grado de tensión del Transverso, del Oblicuo y de la cadena posterior lo permiten.
Hay que notar que las primeras
costillas no tienen músculo espirador. La naturaleza es sabia; queda así
asegurada una pequeña cantidad de aire residual que no es posible espirar,
evitando el riesgo de presión negativa en los pulmones que provocaría el paso
de la sangre a los alvéolos pulmonares.
Desde esta óptica, la función de los
músculos intercostales sería simplemente la de conservar espacio suficiente
entre las costillas en todo momento.
Otra
función del Diafragma: La estática.
Extracto de la exposición hecha por
Françoise Mézières en 1967 en el centro homeopático de Francia.
El Diafragma interesa tanto a la estática como a la
respiración y no se le puede considerar más que desde este punto de vista.
En efecto, el Diafragma es un músculo
lordosante por la inserción de sus pilares, fijados sobre los cuerpos de la 2º,
3º y muchas veces de la 4º vértebras lumbares y de su arco del Psoas, que se
extiende de la apófisis transversa de la 1ª lumbar a la de la 2ª lumbar.
Hay que fijarse que estos puntos de inserción son
también los del Psoas, los cuales se adhieren a los cuerpos vertebrales, desde
la 12ª dorsal hasta la 5ª lumbar y, que, mientras que el Diafragma se dirige
hacia delante y hacia arriba, los Psoas se dirigen hacia delante y hacia abajo.
Estos músculos producen la lordosis y la acción del Psoas está todavía
reforzada por la de los ilíacos (estos últimos por la tracción que ejercen
sobre la pelvis, son en gran parte responsables de los pinzamientos del último
disco intervertebral.)
De esta manera ninguna acción aislada puede ser
ejercida sobre estos tres músculos y las actitudes que imponen, tanto a las
extremidades inferiores como a la pelvis y a la columna, influenciando los
abdominales, los dorsales y la totalidad del sistema muscular. De allí la
evidente vanidad del trabajo analítico.
Se comprende así, como el bloqueo respiratorio,
inmovilizando las inserciones diafragmáticas, y a la vez las del Psoas, fijando
la lordosis, dan un apoyo firme a los espinales (lordosantes también),
comportamiento que mantiene la reducción de los movimientos respiratorios.
Esto obliga a catalogar al Diafragma entre los
músculos de la estática y por lo tanto
influyendo en la morfología.
Aparece entonces, tanto como la pared inferior de
la caja torácica, que como el agente principal de la ventilación pulmonar.
Y como fondo de una caja, es por lo
tanto solidario con las paredes que le son contiguas; por lo tanto, la
deformación de éstas, le afecta y, recíprocamente, su propia deformación se va
a oponer a la corrección de sus caras adyacentes.
Así se explican las agravaciones que
resultan de las gimnasias respiratorias.
No se trata de corregir el movimiento respiratorio,
sino de liberarlo.
Por lo tanto no se podrá tolerar ninguna suspensión
del ritmo respiratorio natural durante los ejercicios que, normalizando las
caras contiguas al Diafragma, corrigen a la vez este músculo.
Puesto que es por la normalización de la forma
orgánica que se normaliza la función, contrariamente a los usos instituidos.
Función
circulatoria del Diafragma.
La cara superior del diafragma está en
relación con el pericardio (envoltura serosa del corazón) parietal, a la que
está adherido íntimamente por los ligamentos freno-pericárdicos.
La influencia del diafragma en la
circulación es evidente también porque
la vena Cava, la Aorta
y el canal torácico del sistema linfático lo atraviesan. Éste juega un papel de
bomba esencial por su acción de presión - depresión entre los niveles torácicos
y abdominales.
La crispación inspiratoria del
Diafragma ocasiona, a la larga, trastornos circulatorios de los miembros
inferiores, debido a su
influencia en la circulación de
retorno. Una consecuencia de esta
crispación del diafragma es la compresión en el orificio de la vena Cava que
provoca una ralentización de la circulación de retorno con éstasis en las
partes más alejadas y la consiguiente influencia en las varices y estancamiento
circulatorio en el
abdomen.
Al nivel del estómago, la hernia
hiatal (pequeña parte del cuerpo del estómago atraída a través del orificio
esofágico debido a la tracción del esófago) crea desórdenes del sistema
neurovegetativo cardíaco.
Función
digestiva.
El masaje que el Diafragma ejerce
sobre la masa abdominal tiene una evidente acción sobre la digestión. Su papel
es también evidente en la defecación presionando las vísceras como un pistón.
El esófago está en íntima conexión con
el Diafragma a través de ligamentos fibrosos y musculares y por una membrana
fibro-elástica que lo une al borde del canal diafragmático de forma parecida a
la de un embudo. Además, el esófago está fijado a la columna mediante sólidos
ligamentos por la parte anterior de las vértebras cérvico-dorsales hasta la 4ª
dorsal y también ligado a las paredes torácicas y a los órganos que lo
envuelven: tráquea, bronquios, pleura, aorta, pericardio, tiroides.
Al estar tironeado por una mala
estática de la columna y, por una contracción crónica del Diafragma, que
suelen ir a
la par, tendrá repercusiones en
el funcionamiento digestivo y sobre las funciones de los órganos a los que está
adherido.
Al quedar fijado el Diafragma en
contracción crónica inspiratoria, su Centro Frénico queda fijado en descenso,
aplanando la gran curvatura del estómago. Esto dificulta la acción de las
fibras con función evacuadora y, debido a ésta dificultad, provoca digestiones
lentas, muchas veces con fermentación y gases, además de una progresiva
dilatación de la curvatura inferior que
tiempo atrás se diagnosticaba como
estómago caído.
Éste desplazamiento crónico del Centro
Frénico hace bajar en consecuencia el orificio esofágico distendiendo, incluso llegando, a
veces, a desgarrar los ligamentos que unen el esófago
con el Diafragma. Al arrastrar en su descenso el estómago hacia abajo,
movimiento que no puede seguir el esófago debido a los ligamentos que le
mantienen unido al tórax, el orificio
esofágico se distiende. La tracción impide también un buen cierre de la válvula
Cardias del estómago produciendo el reflujo del líquido gástrico sobre la
mucosa esofágica. Esto provoca dolores epigástricos, ardores retro-esternales,
seguidos de acidez en la boca (la mucosa del esófago no está preparada para
recibir la acidez de las secreciones ácidas del estómago). También puede
provocar eructos, regurgitaciones alimentarias después de las comidas, hipo
etc…
Esta tracción, del estómago hacia
abajo mientras el esófago es mantenido por los ligamentos que le sujetan, puede
llegar a provocar la Hernia Hiatal, que
es el paso de una porción de estómago a través del orificio diafragmático dilatado.
El intento del cuerpo por recuperar la normalidad se traduce en espasmos del Diafragma que muchas veces empeoran la situación estrangulando, en el
interior del orificio, esta porción de estómago. Todo ello provoca síntomas
gástricos (úlcera, gastritis etc…) acompañándose muchas veces, debido a la
proximidad del plexo neurovegetativo cardíaco, de signos cardíacos.
La aerogastria (aire en el estómago) y
la aerocolia (gases en los intestinos) pueden ser, en parte, consecuencia del éstasis circulatorio abdominal inherente
al bloqueo diafragmático.
Corazón.
Directamente ligada a la función digestiva, la
relación del diafragma con el
corazón, generalmente no tenida
en cuenta, es importante.
La punta del corazón está ligada al
Diafragma mediante los ligamentos que le unen a él desde el pericardio. Debido
a este contacto, toda forma de aerogastria, actuando sobre el plexo
neurovegetativo, influenciará al ritmo cardíaco. Es la puerta abierta al
espasmo frénico (del Diafragma) que es parte integrante al cuadro de angustia
ligado al Diafragma, provocando muchas veces palpitaciones y reacciones
dolorosas que pueden confundirse con un “angor” (angina de pecho).
En la crispación crónica
del diafragma en inspiración, la bajada del diafragma tracciona el pericardio arrastrándolo hacia
abajo, dificultando crónicamente el bombeo del
corazón que será frenado por
esta tracción. Esto dará lugar a
problemas funcionales que aumentarán
en momentos de estrés o angustia
en que el diafragma aumentará
su tirón.
Función
ginecológica.
Toda contracción del Diafragma, en
inspiración, provoca presión intra- abdominal que se transmite hasta el Periné,
mientras que la espiración provoca una depresión, una relajación y lo
distiende.
Una inspiración de gran amplitud aumenta, como hemos visto,
la lordosis lumbar por acción de las inserciones vertebrales del Diafragma y
por la acción de los espinales. Si esta tracción es prolongada y se vuelve
crónica puede llegar a producir una horizontalización del Sacro provocando gran
tensión en el Periné. El Periné tiene inserciones en el Coxis que lo fijan
hacia abajo y hacia delante. Al horizontalizarse el Sacro, el Coxis es
arrastrado por lo que tira sobre estas inserciones. En consecuencia, la musculatura del Periné es
tensada entre sus inserciones que estiran en direcciones contrarias (coxis
hacia atrás y hacia arriba y pubis hacia delante.) La musculatura perianal está
entonces distendida en sus bordes, y contraída al nivel de los esfínteres.
Todo este juego de presiones y
tracciones tienen una acción directa sobre la circulación, el sistema nervioso
y por consecuencia es un factor a tener en cuenta en muchas de las
problemáticas relacionadas con el periné: problemas ginecológicos, obstétricos
y sexuales. Incluso urológicos.
Por lo tanto toda crispación crónica
del Diafragma cuando hay bloqueo respiratorio, tiene repercusiones sobre el Periné tanto por
mediación de la masa visceral como por la tracción de la musculatura posterior.
Una vez más podemos afirmar con
Mézières, que la forma condiciona la función.
Función
de Fonación.
Es la función más sutil del Diafragma.
La llegada del aire al nivel de la laringe permite a las cuerdas vocales emitir
un sonido. Este sonido se modifica en la faringe, la boca y la nariz; la boca
asegura la articulación del lenguaje.
El débito de aire que modula la
laringe está condicionado por el control de la subida del Diafragma. Debe ser
capaz a cada instante de bloquear, de modular esta subida, para permitir una
expresión. Hay un juego muy sutil que se establece entre automatismos del
aparato de fonación con controles continuos sobre el Diafragma que modulan la
salida del aire y constantes cambios de presión en la masa abdominal (las
vísceras abdominales podrían llamarse una masa “fluida”) que llegan hasta
el Periné que la contiene.
La comprensión de este mecanismo tan
complejo de control automatizado del Diafragma nos permite entender la
importancia del sonido, de la voz, de la abertura de la garganta, en relación
con el Diafragma. El bloqueo del
sistema de fonación es
uno de los mecanismos más
utilizados para mantener el
bloqueo respiratorio; porque es
conocido, automático y utilizado
constantemente.
Es así como la voz puede ser a veces un factor de su liberación y otras,
al cerrar las
cuerdas vocales, de su represión.
El bloqueo de la respiración desde
otro punto de vista.
Hasta
aquí una explicación bio-mecánica de los mecanismos de la respiración, que nos
van a ayudar a comprender sobre qué bases fisiológicas se apoya nuestra vida
psíquica y emocional.
Sin
embargo no podemos olvidar que somos una circulación energética. Circulación íntimamente
ligada con la forma, por ser a
la vez creadora de formas y consecuencia
de ellas.
Desde
un punto de vista energético, podemos considerar la respiración como un émbolo
que moviliza o estanca la circulación energética.
La
inspiración es una de las formas de recargar energía. Y es en la espiración, con lo que supone de
relajación, al soltar los mecanismos inspiratorios y al liberar la presión del Diafragma sobre
las vísceras, que podemos dejar circular esta energía hacia todo el organismo
o, dirigirla a un punto concreto si éste es nuestro deseo.
Si
miramos desde otra óptica energética, el Diafragma abarca y relaciona entre si
los niveles de los chakras Corazón
(plexo cardíaco) y Solar (plexo solar) zona en que las tradiciones sitúan el
encuentro de las energías cósmicas con las telúricas. Según estas tradiciones,
si este encuentro es pleno, abierto y armonioso aparece la alegría de vivir.
El
movimiento de la respiración responde, como la mayor parte de los movimientos
orgánicos, al movimiento básico de la energía vital descrito por Galvani y más
adelante por Reich, el movimiento pulsatil: contracción - expansión.
Permitir
este movimiento, permitir que esta pulsación movilizada por la respiración
llegue a todas las partes de nuestro ser, es lo que nos hace sentir vivos, con
todo el placer, o todos los conflictos, que ello pueda despertar: sentir
placer, o dolor, percibir las emociones, la excitación etc…
Nuestro
primer mecanismo para no sentir (si hemos tenido en nuestra vida experiencias
que nos han obligado a descender el tono vital para protegernos), es el bloqueo
de la respiración y el primer instrumento de bloqueo es el diafragma. Al bajar
el nivel de la respiración, tanto el nivel de carga energética como su movimiento pulsátil disminuyen. Al
disminuir el movimiento, la circulación energética baja. Así disminuye la
intensidad de la percepción y permite más fácilmente el mantenimiento o la
creación de los bloqueos. Toda la mecánica inspiratoria contribuye a ello.
Si,
por ejemplo, observamos un niño cuando es reñido y por añadidura no se le permite llorar, tendremos la triste
visión de ver como, para retener su llanto, su pena, su miedo, su rabia, no
puede hacerlo de otra manera que conteniendo la respiración, la mayor parte de
las veces en inspiración. Su caja torácica queda hinchada en las costillas
bajas. Soltar la espiración, con lo que implica de relajación dejaría la puerta
abierta a todas estas emociones.
Aunque
hablo mayormente del bloqueo en inspiración por ser el más común también
existe el bloqueo en espiración. Tiene
entonces otros sentidos; puede tener que
ver con una actitud de desaparecer, de dejar de estar, o ser utilizado también para no sentir, como forma de cierre a los estímulos exteriores.
Simplemente observando nuestras propias reacciones
podemos darnos cuenta de qué forma se utiliza el bloqueo respiratorio.
Por ejemplo: La primera respuesta corporal
cuando nos hacemos daño, es el bloqueo de la respiración en inspiración;
también cuando pasamos miedo, como podría ser al tener que pasar por un
callejón oscuro y peligroso.
Porque al retener la respiración
disminuimos el movimiento y la carga energética y por lo tanto utilizamos este
bloqueo para reducir la intensidad de la
sensación y de la emoción.
La retención de la respiración permite
cortar el circuito: información, descodificación y respuesta. La
utilizamos tanto para no permitir la llegada de la información a nuestro Cortex
cerebral para ser descodificada, como para retener la respuesta a los
estímulos.
Como es el mismo circuito corporal, si
hemos tenido que utilizar su bloqueo para una de estas dos finalidades, la otra
va a estar inevitablemente afectada.
Cuando no podemos permitir que una
emoción, un dolor, lleguen a la conciencia con toda su intensidad, cuando no podemos
asumir el significado
de lo que estamos viendo o viviendo, bloqueamos la respiración. Cuando
no podemos permitirnos una respuesta, bloqueamos la respiración. La mayor parte
de las veces este mecanismo es inconsciente.
Toda respuesta a un estímulo es
muscular; bien sea una expresión, un gesto, una expresión
emocional, una huida, una agresión, incluso una palabra. Para bloquear una
respuesta muscular, utilizamos la cadena posterior y un elemento esencial en el
bloqueo de la cadena posterior es el bloqueo del diafragma y de la respiración.
Te propongo que hagas el intento de
llorar, golpear, o simplemente hablar, en bloqueo inspiratorio.
No es solamente al dolor, al
miedo, a la rabia etc… sentimientos calificados como negativos a los que
inhibimos la expresión. Lowen llama al momento final de la espiración, el
momento del placer. Soltar el bloqueo
respiratorio, llegar hasta el final de la respiración lleva también al placer.
Al placer con todas las connotaciones
que muchas veces tiene: castigo, falta de control, pecado, egoísmo,
sentimiento de culpa, vergüenza…
También es el momento
de la percepción
de un@ mism@; el final de la
espiración, con todo lo que implica: soltar
tensiones, dejar pasar la circulación de la energía, permite una mayor
conexión con un@ mism@. Libera la información retenida o las emociones
bloqueadas. Por ello, inconscientemente, a pesar de nuestra buena voluntad
huimos fácilmente de este soltar que implica el final de la espiración.
Si
recordamos toda la bio-mecánica que esto implica, podremos entender el origen
de muchos cólicos, taquicardias, mareos, pinzamientos etc…
Al
ser inconscientes la mayor parte de estos mecanismos de inhibición de las
sensaciones o de las respuestas, muchas veces estas informaciones, estas
respuestas inhibidas, se somatizan. Pero, incluso así, las somatizaciones se
asientan en gran parte en los mecanismos que acabamos de explicar.
Cuando
estos mecanismos de bloqueo se hacen crónicos y automáticos, aparecerán
resistencias a su liberación y a su interpretación utilizando movimientos y conductas de sustitución. Y
será solamente al poder relajar todo este engranaje de tensiones, cuando,
quizás, aparezca su verdadero significado.
Por lo
tanto: retención = bloqueo respiratorio
= acortamiento de la cadena posterior.
También
podríamos hablar de una relación entre lleno y vacío en la respiración. La
sensación de lleno preserva el
sentimiento de omnipotencia. La espiración
es el momento de mayor percepción de lo que ocurre en nosotros. El
vaciar nos pone frente a nuestra realidad, nuestros límites, frente a nosotros
mismos. Frente a nuestra realidad placentera, pero también frente a nuestras
miserias escondidas. Y la espiración se sentirá como sensación de vacío, de
impotencia, si se ha tenido que vivir agarrados a la fantasía. Podrían quedar como ilustración estas personas que
quieren aparentar, o creer ser fuertes y poderosos hinchando el pecho. ¿No
dicen ante una empresa que supera nuestras fuerzas: “hay que echarle pecho al
asunto”?
Respirar es
la clave.-
Cuando inspiro lleno
mis pulmones de aire, los lleno de oxígeno y de vida. La vida llega a mis células las regenera y, quema y
elimina mis toxinas.
Inspirar es llenar mis
pulmones, es tomar para mí. ¿Cuánto me doy? ¿mucho, poco, poquísimo?. Inspirar
es hinchar mi pecho, hacerme presente, visible, ocupar mi sitio.
Quiero
hacerlo con tiempo y espacio, con tiempo y tranquilidad, ocupar mi tiempo.
Inspirar es vivir mi
individualidad, sentir que soy.
Espirar es sentirme muy
adentro, estar a la escucha de mi ser más profundo. Espirar es abandonarme,
sentirme una conmigo, una con el
Universo.
Y así, tomando y
dejando ir, sintiéndome yo y fundiéndome en el todo, la ola va y viene. No
quedo fijada en mí, no me pierdo en el Universo. Voy y vengo formando parte del movimiento de la Vida.
Diferencia entre técnicas respiratorias y
respiración relajada. Con todo lo
dicho anteriormente no será difícil entender la diferencia entre una y otra.
Françoise Mézières dice que no hay que buscar corregir el movimiento
respiratorio, sino que hay que liberarlo cambiando la forma del cuerpo.
Sin embargo la oxigenación de las células es
vital para la supervivencia y para la conservación de la salud. Dominique Rueff
(médico oncólogo) en su libro “Choisir la vie”, hace un estudio sobre el
paralelismo entre la deficiencia de la respiración celular y el inicio de un
proceso de cancerización. Habla de su experiencia clínica y de la de otros
autores, en la que han observado que todo elemento favorecedor de la
oxigenación celular, y por lo tanto de su respiración en un medio oxigenado, se
opone al proceso de cancerización. Hace referencia a una serie de estadísticas
hechas en miles de individuos de los dos sexos, de todas las edades y de toda
condición social, probando que el 90% de los humanos tienen una capacidad
respiratoria deficiente. Muchos, en vez de medio litro en cada inspiración, no
absorben más que un cuarto, y muchas veces menos. Así pues, aunque el aire
fuera puro, lo que en nuestras condiciones de vida moderna se ha vuelto un
lujo, el oxígeno que absorberían sería insuficiente. Y nuestras grandes
ciudades están cada vez más saturadas de oxígeno ionizado positivamente, lo que
agrava lo ya polucionado del aire.
Por lo tanto
cualquier técnica o terapia que ayude a una mejor oxigenación será siempre
beneficiosa en este sentido. Para muchos será más fácil hacer una serie de
ejercicios respiratorios que intentar el camino de reencontrar su respiración
espontánea. Lo que sí hay que notar, es que una técnica respiratoria nunca se
va a convertir en espontánea, por mucho que se practique.
Con una
técnica respiratoria, se pone en funcionamiento el mando voluntario de la
respiración y se aprende a respirar a
pesar del bloqueo diafragmático, movilizando, por ejemplo, el Diafragma desde
la respiración abdominal, mediante una serie de presiones con el abdomen.
Ya hemos
visto que según un punto de vista mezierista, no se puede trabajar
analíticamente, disociando respiración y estática. Las técnicas aumentarán las
deformaciones pues siempre serán solicitados los mismos músculos. Por ejemplo,
alguien que tenga una caja torácica deformada inspirará siempre por el mismo
lado.
La mayoría
de las técnicas ponen énfasis en la inspiración. Al aumentar la inspiración,
sin dar una posibilidad real a la espiración, se aumentará la lordosis y la
retracción de la musculatura espinal, por
lo tanto el acortamiento
de la cadena
posterior que tendrá a su
vez como
consecuencia el bloqueo del
diafragma cerrando el
círculo vicioso.
Si las
analizamos desde la óptica del trabajo emocional, las técnicas respiratorias
van a dificultar el encuentro con uno mismo y la posibilidad de una
reestructuración a partir de la propia realidad.
MALEN CIREROL, Mallorca