Luis Carlos Restrepo: “El derecho a la ternura” Edt. Península, 1997
Plantea un cambio de paradigma de análisis de la realidad y de valores,
reivindica el derecho a la ternura frente a la competencia, la violencia, los
patrones culturalmente aceptados.
Propone que la ternura aparcada en el campo de lo privado y femenino
pase a ser visualizada en lo público y permita un cambio cultural/social,
donde el tacto sea el sentido por el cual nos vivimos como totalidad.
Somos singulares, la necesidad de la diferencia en todos los ámbitos de la
vida, social y natural.
La gratuidad de las relaciones afectivas frente al mercado de distracciones
de los sentidos.
“El cuerpo es la pizarra donde se escribe la cultura” (pag.181) desde que
nacemos estamos siendo socializados, si escapamos y nos proponemos
con nuestras singularidad se nos mutila para ser adaptados, nuestra
imagen en el espejo es también una construcción cultural.
“No hay un cuerpo natural; no existe un cuerpo simple. …el cuerpo es un
gran campo de negociación del conflicto y el sentido, a cuyas sugerencias
sutiles debemos aprender a responder. …el dolor es el mensajero de estos
desequilibrios…..es preciso escuchar la queja y entender que en ella
aparece resumido un combate con el mundo cuyas claves es necesario
descifrar. Perder el miedo al dolor y abrirle paso a la ternura…que siendo
imposible ir más allá de la piel es suficiente tarea pretender entender lo
que puede el cuerpo. …Entre otras cosas, porque tratándose de la ternura,
no tiene sentido pretender ir más allá del cuerpo.”(pag.186-189)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario