miércoles, 28 de diciembre de 2016
SOBRE LA RESPIRACIÓN
A propósito del escrito de Malén sobre la respiración les he puesto fotos de los músculos q nombra para recordarles cómo son y dónde están y falta el principal, el diafragma.
Vayan a las publicaciones de Noviembre de 2008 y verán escritos sobre su función e imágenes para refrescarles todas las funciones q este importante músculo hace.
martes, 27 de diciembre de 2016
DIFERENCIAS ENTRE TÉCNICAS RESPIRATORIAS Y RESPIRACIÓN ESPONTÁNEA
DIFERENCIAS
ENTRE TÉCNICAS RESPIRATORIAS Y RESPIRACIÓN ESPONTÁNEA. Técnica y método.
La respiración es una función del cuerpo que está
gobernada por los dos sistemas nerviosos: el central o periférico cuando
utilizamos la voluntad para modificar la respiración y el sistema
neurovegetativo que controla nuestra respiración cuando no pensamos en ella.
El
sistema nervioso central es el sistema más conocido: consta del cerebro, la
médula y los nervios que salen de ella. Es el sistema que utilizamos cuando,
por ejemplo, damos una orden para mover un dedo y el dedo se mueve.
Sin
embargo, no ocurre lo mismo si damos una orden a nuestros intestinos, porque su
funcionamiento depende del sistema neurovegetativo que sigue otra trayectoria.
En realidad estos dos sistemas no están totalmente separados y tienen muchos
puntos de contacto, sin embargo podemos distinguir funciones en las que podemos llegar a
intervenir con la voluntad que dependen mas bien del sistema nervioso central
–SNC- y funciones automáticas en las que no podemos intervenir con la
consciencia y que dependen sobretodo del sistema neurovegetativo, -SNV-. Este
último está en estrecha relación con el sistema límbico y el tronco cerebral
que son las partes del cerebro más antiguas; son las que tenemos en común con
los mamíferos y los reptiles. Estas partes del cerebro están relacionadas con el
instinto de supervivencia y las emociones. Especialmente uno de sus núcleos, el
hipotálamo, que ajusta las condiciones físicas y en primer lugar la
respiración, para mantenernos en constante adaptación.
Por
lo tanto el instinto de supervivencia y la vida emocional de la persona tienen
una gran influencia en el sistema neurovegetativo y en todas sus funciones:
movimientos cardíaco, intestinal, visceral… y por consiguiente en la
respiración que, al ser una de las funciones más importantes para la
supervivencia, está regida por estos dos sistemas.
En
consecuencia podemos intervenir en la respiración a partir de los dos sistemas
nerviosos. Sin embargo los medios y los resultados serán diferentes. Por eso
hemos de distinguir claramente entre una técnica respiratoria y la liberación
de la respiración.
Una
técnica respiratoria estará siempre dirigida al SNC. Si el diafragma está crispado
y no se mueve suficientemente para asegurar una buena ventilación, una técnica
respiratoria buscará medios, por ejemplo, utilizando movimientos de presión y
depresión en el vientre, para movilizarlo mecánicamente. Estos aprendizajes
para mover el diafragma a pesar de su bloqueo son movimientos voluntarios por
lo tanto regidos por el SNC. Estas técnicas proporcionan una mayor ventilación
pulmonar, una mayor oxigenación celular y por lo tanto son beneficiosas. Sin
embargo, respetarán siempre el sistema defensivo del individuo.
Al
ser movimientos voluntarios, cuando dejemos de pensar en ellos y ejercitar la
técnica, el SNV, que controla la respiración espontánea, tomará el relevo. ¡No
podemos quedarnos sin respirar! y, en consecuencia, se reinstaurará el
mecanismo respiratorio involuntario relacionado con el inconsciente, con
nuestra vida emocional y con
nuestro sistema defensivo.
Por
lo tanto al estar estresados, angustiados, bloqueamos el diafragma. Este bloqueo
suele hacerse crónico.
Entonces
podemos ir a aprender una técnica respiratoria que nos hará sentir mejor y que
incrementará por un tiempo nuestra oxigenación. Sin embargo al terminar la
clase, puesto que no habremos cambiado las causas que motivan el bloqueo
diafragmático, poco a poco recuperaremos la respiración adaptada a nuestro
estado emocional, a las memorias guardadas y al mantenimiento de los circuitos
de estrés crónico.
Los
músculos no actúan independientemente y todo nuestro sistema nervioso y
muscular se ha organizado para mantener estos bloqueos. Por lo tanto predominará
la función defensiva de nuestro organismo sobre la orden voluntaria que damos.
Este es el mecanismo común que utilizamos si, como ocurre en la mayoría de
nosotros, hemos tenido que aprender desde pequeños a controlar la expresión de
un determinado número de emociones.
Las
técnicas respiratorias son beneficiosas puesto que, a pesar del bloqueo
defensivo del diafragma permiten una función tan vital como es la oxigenación
de las células. Hacer ejercicios respiratorios todos los días beneficia a todas
las funciones vitales.
Mecanismos
inhibitorios neurovegetativos.
Sin
embargo, en Diafreo, nuestra pretensión es lograr que los mecanismos
inhibitorios neurovegetativos de la respiración se liberen. Ello es importante en varios
campos:
para
recuperar el equilibrio corporal
para
liberar los bloqueos emocionales
y,
desde una óptica mezierista, para la estática
Al
estirar la musculatura buscando siempre el eje de la columna, no permitiendo
ningún bloqueo respiratorio, liberamos los músculos que fijan las costillas,
las vértebras y por lo tanto el movimiento respiratorio, cambiando así la forma que el cuerpo a lo largo de la vida
ha ido configurando para adaptarse. Y como la forma condiciona la función irán
paralelos los cambios físicos y la recuperación de una respiración más
espontánea.
Sin
embargo esta liberación debe también incluir otros planos, puesto que tampoco
será duradera si no hay a la par un proceso que permita a las causas defensivas,
que en su día provocaron el bloqueo, aparecer paulatinamente, ir liberándose y
buscar nuevas vías de expresión. Será cuando nuestro cuerpo tenga que retener
cada vez menos información, tenga que reprimir cada vez menos expresión, que
nuestros músculos y nuestro Sistema Neurovegetativo
liberarán la respiración.
El
nombre de Diafreo precisamente tiene mucho que ver con la función del
Diafragma. Éste, al estar condicionado en su funcionamiento por los dos
sistemas nerviosos, funciona como un puente entre el consciente y el
inconsciente. Utilizando la voluntad, por lo tanto el SNC, para aprender a
abrir de nuevo estas vías, estirando la musculatura profunda que tiene
aprisionados los ganglios SNV en los pilares del Diafragma contraídos y
crispados, vamos logrando su desbloqueo, abriéndose entonces una vía de acceso al
inconsciente.
Ello
nos puede permitir integrar paulatinamente las emociones y memorias allí
retenidas, recuperando una parte de nuestra identidad física y psíquica. Para
que, como dice el significado de la palabra Diafreo, el diafragma pueda: “separar
dejando pasar”. Siendo precisamente esa
su función: separar tórax y abdomen, consciente e inconsciente. Separarlos en
sus funciones, aunque dejando pasar la información.
En
Diafreo utilizamos algunos ejercicios respiratorios. Sin embargo podríamos
cifrar la diferencia en que estas técnicas no están dirigidas a aprender a
respirar, puesto que nacemos sabiendo respirar, sino que su finalidad es soltar
el exceso de tensión y flexibilizar los músculos acortados que ligan la caja
torácica, para así ir recuperando una facultad que debería ser natural y
adaptada a cada
situación. Esta es la sutil y
gran diferencia.
Muchas
técnicas que utilizan la respiración predominantemente ventral se han basado en
la observación de la respiración de los bebés sin tener en cuenta que los bebés
están en un proceso de maduración de su sistema nervioso y muscular y no pueden
ser una referencia para un adulto.
¿Dónde están situados los pulmones sino en el tórax?
También, muy
posiblemente, una de las
causas de su gran
aceptación sea el hecho
de que logran
ventilar, en parte, los pulmones sin por ello remover los bloqueos emocionales.
El mecanismo fisiológico de la respiración en una
respiración de mediana amplitud es el siguiente:
Al abrir las costillas, producida por el
descenso del diafragma, se aumenta el volumen de la caja torácica por lo que la
presión del aire disminuye y entra aire en los pulmones debido a una ley de
física: la tendencia a igualar las presiones del aire entre dos espacios que
están comunicados: pulmones y exterior.
El
espacio interno del tórax aumenta su volumen mediante la contracción del
diafragma que, en la inspiración, baja el centro frénico y abre las últimas
costillas hacia el exterior.
Como
cualquier músculo, el diafragma necesita un punto de apoyo para ejercer su
acción. Toma este punto de apoyo en la masa abdominal que es comprimida gracias
a la acción del músculo transverso que la presiona.
Es
decir, en una inspiración fisiológica el segmento de la cintura es
comprimido por la contracción del transverso, dando así
apoyo al diafragma para abrir lateralmente las costillas.
En
la espiración todo este mecanismo se suelta. Las costillas bajan. La cúpula del
diafragma sube de nuevo liberando la
presión ejercida sobre las
vísceras. También libera
esta presión la relajación del músculo transverso aunque,
si la respiración ha sido
de gran amplitud, en
último término, el transverso actúa para bajar
las costillas lateralmente.
Todo ello permite la acción del músculo Recto Anterior
del abdomen. Éste, es el músculo
básicamente espirador: baja las
costillas y el esternón en la parte
anterior del tórax.
Los
músculos oblicuos, según lo amplia que haya
sido la inspiración, bajarán la parte lateral de las costillas.
La subida del
diafragma, aumenta la presión en la caja torácica. El aire tiene tendencia a salir para equilibrar
las presiones entre el interior y el exterior.
La
respiración que llamamos Mézières, no es otra que la respiración fisiológica.
Proponemos
a la persona empujar el abdomen hacia delante durante la espiración, en los diferentes vientres del músculo recto anterior (en realidad se inhibe la acción de las fibras contraídas del transverso que le impiden entrar en acción) o en el músculo piramidal, según nos
dicte la observación de la respiración.
Esta
propuesta no se hace con la finalidad de llevar el aire hacia la pelvis ni de
hinchar el vientre, puesto que allí no hay pulmones, sino para inhibir la
acción del músculo transverso y recuperar así su función natural.
De esta
forma se logra un desbloqueo de las vértebras lumbares y un
aplanamiento del vientre. Se intenta así también inhibir el exceso de
contracción de los Oblícuos, y conseguir
que uno de los pocos antagonistas de la cadena posterior, el Recto Anterior,
entre en acción.
En
Diafreo buscamos la libertad de la respiración puesto que ésta, partiendo de
este mecanismo fisiológico de base, debería estar en continuo cambio y
adaptarse a cada circunstancia. Por ejemplo no respiramos igual al correr,
cuando estamos emocionados, como cuando dormimos o estamos relajados. Lo
importante es que la respiración esté libre y pueda adaptarse de la manera
mejor para nosotr@s a cada circunstancia.
En
Diafreo observamos las posibilidades de cada persona. Nos fijamos
si se ha producido un bloqueo y de qué manera ello ha perturbado el
movimiento natural respiratorio. Este bloqueo se manifestará en la forma
adquirida por el tórax.
En
un@s, observaremos que la espiración queda bloqueada en el vientre, en otr@s
veremos poca capacidad de movimiento en las costillas superiores con una
deficiente inspiración. Otr@s, tendrán fijado el movimiento de las costillas en los costados por un
exceso de tono de los Oblícuos, o en la cifosis
o lordosis de un
grupo de vértebras incluso, a veces, de una
sola... y así sucesivamente. En su día estas tensiones crónicas
cumplieron la orden dada por el sistema
defensivo de bajar la amplitud respiratoria, de
mantener inmóvil un
segmento y esta orden se sigue manteniendo. Cada situación física
responde a una situación emocional diferente. La observación y la adaptación sin generalización, a cada persona, es
lo que distingue un método de una técnica.
En
el momento del nacimiento la primera memoria que se inscribe está completamente
ligada a la respiración, y a continuación todo acontecimiento creará una
respuesta respiratoria, además de hormonal y musculo-esquelética.
Cristina
fue dada por muerta en el momento de su nacimiento: no respiraba, no
reaccionaba. Fue dejada a un lado para atender a su madre, hasta que alguien
reparó que estaba viva. Hoy en día se desmaya cada vez que una situación
emocional, fuerte para ella, se presenta en su vida. A una situación traumática
a la cual no sabe enfrentarse, asumir o responder, la respuesta es la misma que
se memorizó al nacer.
Los tres planos.
Al
trabajar sobre la respiración tenemos en cuenta tres planos diferentes.
a)
Plano de la conciencia mecánica y muscular en el que utilizamos:
-La
respiración Mézières para lograr que los piramidales abdominales y el músculo
recto anterior entren en acción. Son los únicos músculos, los primeros como
tensores de la línea alba y el segundo debido a
sus inserciones en el esternón, la parte ventral de las últimas
costillas y el pubis, que bajan la parte anterior de la caja torácica en la
espiración.
-Diversas
propuestas para lograr la apertura de las costillas bien sea lateralmente,
o anteriormente, en la inspiración.
-El
movimiento de las vértebras dorsales, sin excepción, teniendo en cuenta que de
ellas salen las costillas, observando si quedan fijadas en cifosis o lordosis.
En
la respiración Mézières habrá que observar siempre la correlación de la parte anterior del cuerpo y la
posterior. Así los cuatro vientres del
recto anterior corresponden a partes diferentes de la columna lumbar y al
sacro y el piramidal ventral, a la 5ª lumbar.
b)
El plano de la conciencia energética:
La
respiración Mézières favorece la canalización energética a la pelvis o al
centro energético Hara, canalización buscada en gran cantidad de técnicas
orientales y occidentales de meditación.
-Observando
la tendencia de la energía, muy común aunque más predominante en unas personas que en otras, a ir hacia las
partes superiores del cuerpo: cabeza, cuello y cintura escapular.
-Aprendiendo
a utilizar, mediante la relajación y la visualización, nuestra capacidad para
canalizar la energía que mueve la respiración a diversas partes del cuerpo,
especialmente a la pelvis, durante la espiración.
Puesto que
acoger esta energía en la pelvis no se logra con el vientre apretado y
las vísceras contraídas, la canalización de esta energía implicará la apertura
y relajación de las tensiones musculares profundas y viscerales, lo que de
nuevo nos remite al plano mecánico. Las visualizaciones no son nunca meramente
mentales
c)
Plano emocional:
Puesto
que el diafragma es un puente entre el
consciente y el inconsciente, que la respiración es nuestro primer mecanismo
defensivo, que la respiración, a un nivel mecánico, es la llave que mueve toda
la cadena muscular..., podemos deducir que no habrá liberación de la
respiración espontánea sin un trabajo que implique ir sintiendo los
significados de estos bloqueos, su implicación en la sesión y en la vida
cotidiana e ir buscando nuevas vías de expresión.
En
grandes líneas podemos relacionar la inspiración, el movimiento de las
costillas altas, con el “Yo estoy”. Ocupar un lugar, hacerse ver, sentir la
ubicación en el espacio. Y el exceso, con el
“tener que estar”
La
espiración con la conexión con el “si
mismo” la conciencia más profunda del ser. Con la posibilidad de abandonarse,
abrir los límites, la conexión con toda energía de vida. La espiración corta o
forzada, con la imposibilidad de esta conexión.
d)
Plano trascendente:
La
respiración es un movimiento simbólico continuo: estoy - soy, coger-soltar. En casi todos los tipos de
meditación se incide sobre la respiración. Según unos u otros mas bien desde la
técnica, utilizándola para lograr diferentes objetivos o desde la consciencia
en busca de su liberación. Parece muy claro que no hay apertura hacia lo
espiritual, hacia otras energías si no es abriendo estos canales. Es una manera
de abrir los filtros subjetivos que
producen nuestros bloqueos y que impiden la percepción de la realidad.
MALEN CIREROL
jueves, 22 de diciembre de 2016
7º Seminario. Enero 2017
Programa del 7º seminario, Enero 2017
Terminar el hombro y el manguito de los rotadores
Trabajo en decúbito lateral
Taburete: romboides, masaje de paravertebrales y musculatura, descompresión del hombro.
Media plancha
teoría: seguir con estrés
Ver las dudas, repasar posturas, seguimiento de videos.
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