martes, 26 de abril de 2016

El origen del odio por Lucrecia



El origen del odio.
 Alice Miller.

La autora, ejerció como psicoanalista 20 años, hasta que decidió dedicarse a escribir libros, en los que revela los resultados de sus investigaciones sobre la infancia.

 Este libro trata sobre el maltrato en la infancia y cómo este maltrato es un determinante en el desarrollo de un carácter violento.
  Comienza con un trabajo de grupo que se hizo en la cárcel con hombres acusados de abusos sexuales. Estos hombres descubrieron por primera vez, al sentirse escuchados y comprendidos,  que ellos mismos habían sido objetos de abusos, este descubrimiento les hizo sentir la injusticia que habían tenido que vivir.
 La autora utiliza la alternancia de historias reales, niñ@s que crecieron en situaciones difíciles y niñ@s con ambientes  favorecedores.
 Expone que el proceso de sanación pasa por hablar con nuestros padres, como adultos, desde la comprensión de lo que vivimos cuando éramos niñ@s, no como un reclamo infantil, sino desde la aceptación del hecho de que fuimos víctimas, y así obtenemos la posibilidad de abandonar el juego de víctima y verdugo y dejar ambos papeles El silencio es el mayor enemigo de las personas que han sufrido daño. El miedo a hablar es tan pertinaz porque tiene sus raíces en la infancia, pero no puede ser superado en ella,  sino en el día de hoy. Una buena terapia de grupo puede servir  de ayuda.
Pone también un foco de atención en los  terapeutas, que habiendo sido ellos mismos objeto de maltrato en su infancia, si no han hecho su propio recorrido sanador, utilizan la situación terapéutica para su propio poder.  Es el caso también de dirigentes, como Hitler, quien fue maltratado de niño,  y explica que la gente le siguió por su propia vivencia infantil que, basada en la justificación de la violencia para educar a l@s niñ@s, de mayores aceptan y conviven con dicha violencia.







miércoles, 20 de abril de 2016

ESTIRAMIENTO DE PIERNAS




Pautas para  estiramiento  de  piernas

Las  dos  piernas  juntas en ángulo  recto

En  esta  postura  se  prioriza  la  simetría.
Pies  juntos,
Maléolos  se tocan  pero   no  se  aprietan
Talones.  Idem
Pies: la  planta  lo  mas  plana  posible  mirando  al  techo. Probablemente  habrá  que  desrotar  el  pie, bajando  el  borde  externo  y  subiendo  la  articulación  metatarso-falángica  del  dedo  gordo. Cuidar  que  el  navicular no  sea  prominente.
Rodillas. En  el  eje. El  eje  puede  no  corresponder  a  la  rótula  cuando  la  cadena  interna  está  muy  acortada. Importa  la  línea  poplítea (la  corva). Ha  de  estar  recta.
Si  las  rodillas tienen  tendencia  a  separarse se  pide  juntarlas pero sin  rotar. Si la tendencia  es  a presionar, se le pide  que las separe, sin  rotar   hacia  dentro.
Nalgas y  cadera.-Se  han  de  ver  simétricas. Puede  aparecer rotación  o  latero flexión.
En    caso:  subir pie, rodilla  y  cadera  del  lado más  bajo  hacia  el  techo. Vigilar  y  corregir las  rotaciones  o  latero flexiones  que  puedan  aparecer  en rodillas y  caderas.
En    caso: Sujetar  talones  con una  mano y abrir  la  latero flexión  con  la  otra. O  bien sujetando mejor los pies, abrir la latero flexión con el talón.
Observar todas  las  compensaciones  que  se  produzcan  en  el  resto  del  cuerpo: cabeza, cintura  escapular (brazos), tórax.

Piernas en  zeta

Fémur formando un  ángulo  de  45º con  el  tronco.
Tibia  y  Peroné verticales. (aunque  se  levanten  las  nalgas)
Poner  pie  o  pequeño  volumen  debajo del  coxis  y  sujetando  los  talones pedir que vaya, en  espiración y  abriendo  pliegue, bajando el  coxis y  los  ángulos mas  externos  y  bajos  de  las  nalgas.
Si  quedan  muy  levantadas  las  nalgas   poner  pelota  espuma   en  el  primer  tramo  de  la  columna  que  quede  levantada y  pedir  que  la  vaya  presionando  en  espiración.
No  permitir  que  vuelva  atrás  con  los  talones.   
Vigilar que los pies se mantengan lo  más  cercano al  eje. Invertir  tendencia en las presiones  de  dedos  gordos  y  talones.    
No  permitir que  vaya  abriendo  el  ángulo poplíteo. (aprender  a  mantenerlo  lo  más  relajado  posible). 
Aquí  también  observar en  las  nalgas  si  hay  rotación  o  latero flexión.
Normalmente  se  puede  corregir conservando  firmemente la  simetría  de  las  rodillas.
                                                                      
 Malen Cirerol,
Mallorca, 2016       

PROGRAMA DEL TERCER SEMINARIO. MAYO, 2016


PROGRAMA DEL TERCER SEMINARIO

Falta terminar el trabajo con los brazos, completar.

Trabajo con las piernas y los pies, estirar las dos piernas a la vez, relación con el resto de las cadenas musculares y la respiración.
Estirar una pierna tras la otra, repercusión en el resto del cuerpo y la respiración,
Piernas en Z y en X, cómo estirarlas.
Pies, apoyos y forma, colocar los pies al estirar las piernas, colocar los pies con la persona sentada, o con la espalda a la pared.
 

El método Mézières

Método Mézières





Resumen. – Elaborado a partir de una observación original, invalidando numerosos principios
clásicos, sorprendente para muchos y de aplicación exigente, el método de gimnasia Françoise
Mézières puede ser considerado como un análisis de los trastornos de la estática y de sus consecuencias
patológicas, que conduce a un tratamiento de tipo postural global. El método terapéutico
trata de restablecer la armonía y el equilibrio de los segmentos vertebrales y periféricos,
mediante la recuperación de la extensibilidad perdida de los grupos musculares hipertónicos,
particularmente de los que pertenecen a la cadena muscular posterior, ya sea anatómicamente
(músculos paravertebrales) o de forma sinérgica (músculo diafragma, músculos psoasilíacos).
Simultáneamente se consigue un refuerzo de los grupos musculares hipotónicos (músculos precervicales,
músculos abdominales, músculos cuádriceps). El trabajo es posible gracias al empleo
de posturas particulares, adaptadas a cada situación. Una vez liberado de las trabas que lo
oprimían, el esqueleto puede recuperar la movilidad articular necesaria para la locomoción, los
gestos, los movimientos de la vida cotidiana, de la práctica deportiva y de la actividad profesional.
Se favorece la recuperación de la libertad de los efectores de los grandes sistemas funcionales,
respetándose las hegemonías indispensables para la integridad y para la plenitud de
la totalidad del organismo, en particular, la horizontalidad de la mirada y de los canales semicirculares
del oído interno, elementos primordiales que participan en el equilibrio, en la evaluación
de las distancias y de los sonidos, y que representan las finalidades de la estática ideal.

© 1999, Editions Scientifiques et Médicales. Elsevier SAS, París. Todos los derechos reservados.

Introducción
Poco conocido, a menudo caricaturizado, desvirtuado e incluso plagiado, el método Mézières es en realidad una forma global de abordar los trastornos de la estática y sus consecuencias.
Original por sus propios fundamentos y por su práctica postural, se apoya en bases científicas, tanto anatómicas como biomecánicas [7, 17, 18]. Surge de una observación de la que se desprendieron leyes y enunciados y hasta la fecha, no ha podido ser desmentido. Con una práctica difícil y compleja, el método trata de comprender al individuo en su unidad y en su unicidad. Gracias a muchos terapeutas que lo utilizan desde hace varias décadas, ha alcanzado una madurez que lo sitúa entre los métodos cotidianos de los kinesiterapeutas deseosos de aportar a sus pacientes un tratamiento de fondo que asocia a la fase curativa inicial, una auténtica dimensión preventiva.
No se trata de ninguna filosofía, ni de un enfoque esotérico, sino por el contrario de un método pragmático y de un arte curativo que permiten recuperar una forma sana (que garantiza la eficiencia
de los sistemas miotendinoso y esquelético); a través de la recuperación progresiva de la extensibilidad muscular, trata constantemente de liberar el juego articular para hacerlo óptimo. Ha
constituido el tema de numerosas obras [2, 19, 20] y de varias tesis médicas [1, 4, 9, 10] que tienen el mérito de haberlo dado a conocer

Observación principal
En 1947, Françoise Mézières entonces joven kinesiterapeuta, realiza una observación inesperada y original; en una paciente que le ha sido remitida para el tratamiento de una cifosis dorsal importante que requiere el uso permanente de un corsé, constata el aumento de la lordosis lumbar cada vez que trata de hundir la región dorsal por retropulsión pasiva de los muñones de los hombros. Françoise Mézières pide a la paciente que realice una flexión de las caderas y de las rodillas para reducir la
lordosis de la región lumbar; el trabajo de hundimiento dorsal provoca entonces un aumento de la lordosis cervical.
Esta vez solicita la corrección de la nuca por autocrecimiento activo yretroceso de la barbilla; la retropulsión de los hombros provoca un bloqueo del tórax en inspiración. Françoise Mézières
comprende entonces que la paciente tiene tal rigidez muscular, que cada segmento ha perdido su autonomía frente a los niveles adyacentes, y que cualquier esfuerzo de corrección local se propaga al conjunto del sistema, creando aquí o allá lordosis o acortamiento.
De la observación príncipe extrae sus primeras conclusiones.


Principios y leyes

SÓLO HAY LORDOSIS
La lordosis es responsable de la cifosis: puesto que la supresión de una cifosis se traduce por el aumento de la lordosis, donde ella se encuentre, la cifosis sólo existe por una lordosis; la lordosis
es la causa de la cifosis y no al revés; por este motivo es necesario actuar sobre la lordosis para corregir o suprimir la cifosis que no es más que una compensación de la lordosis.
La lordosis es responsable de la escoliosis: los músculos espinales, flexores del raquis hacia atrás (o flexores posteriores), son también rotadores y flexores laterales, su acortamiento provoca la escoliosis y, «flexibilizándolos» (sic), es decir estirándolos, se puede corregir las rotaciones y las flexiones laterales vertebrales; para Françoise Mézières la diferencia entre postura escoliótica y escoliosis verdadera sólo reside en la importancia de la rigidez de los músculos posteriores; su comportamiento,
particularmente el del músculo transverso espinoso, parece estar jerarquizado cronológicamente: cuando se vuelve rígido, la flexión posterior domina, después lo hace la flexión lateral, y finalmente la rotación; el mecanismo sería el mismo, únicamente cambiaría la intensidad [21


LA LORDOSIS ES UNA NECESIDAD

De la posición de pie
Para estar cómodo y economizar energía, la posición de pie prolongada requiere un aumento de la superficie del polígono de sustentación, con el fin de que el centro de gravedad caiga siempre en su interior. Se realizará un desplazamiento de masas (cabeza hacia adelante, espalda hacia atrás, vientre
hacia adelante), asociado a una separación de los pies que permitirá la búsqueda del equilibrio; la gravedad, en vez de ser combatida, es utilizada mediante el aumento de la fuerza de los tirantes musculares. Secundariamente a este desplazamiento, los músculos que provocan las concavidades posteriores se acortan, apoderándose de la «relajación» que se les ha proporcionado [3, 24]. Partiendo de un simple estado de contracción muscular se llegará, si la situación se prolonga, a la contractura
y, más adelante a la retracción; la consecuencia será la pérdida de la extensibilidad pasiva de los músculos afectados.

Movimientos de los miembros de media y de gran amplitud
Los comportamientos biomecánicos de las cinturas escapulares y pelvianas han sido bien estudiadas y se conocen las distintas etapas; la inclinación vertebral o la lordosis serán más precoces cuanto más rígido sea el sistema muscular (en términos de extensibilidad muscular) [7, 17, 24].


LA LORDOSIS ES MÓVIL

Se desplaza como «el anillo por la barra», a medida que se la va expulsando del segmento que ocupa; el hueco poplíteo representa una tercera lordosis.


LA ROTACIÓN INTERNA DE LAS RAÍCES DE LOS MIEMBROS PREDOMINA

Cuando se rompe el equilibrio de las tensiones agonistas-antagonistas, por el exceso de tono de un grupo muscular, siempre es en beneficio de los rotadores internos. Frente a esta situación, los segmentos intermedios y distales, tendrán respuestas adaptadas, responsables de diversas patologías.


EL BLOQUEO DEL TÓRAX EN INSPIRACIÓN COEXISTE CON LA LORDOSIS

Se traduce por: en reposo, por retención de la espiración; en el esfuerzo, por la fijación del tórax en inspiración con contracción de los músculos inspiradores accesorios (músculos esternocleidomastoideos y escalenos).



LOS MOVIMIENTOS Y LAS POSICIONES DE LA CABEZA EXPLICAN LAS DEFORMACIONES DEL TÓRAX

Las rotaciones y las inclinaciones de la cabeza se propagan a la región torácica simultáneamente por el juego de las facetas articulares encaradas las unas con las otras y por la puesta en tensión de los tejidos blandos (discos, cápsulas, ligamentos, y sobre todo los músculos profundos de la cadena posterior).


LOS ABDOMINALES SON LOS TENSORES DE LA REGIÓN TORÁCICA INFERIOR

Su acción sobre la columna lumbar, en la que prácticamente no se insertan, es indirecta y está fuertemente contrarrestada por el par muscular diafragma psoas que se inserta en los cuerpos lumbares superiores y en los discos, creando una sinergia muy lordosante o bien fijadora de una lordosis preexistente

CUALQUIER COMPENSACIÓN DURANTE UNA CORRECCIÓN ES DE TIPO LORDÓTICA


Puesto que la lordosis se define como un estado de acortamiento, cualquier acercamiento de inserciones será asimilado a una lordosis y combatida como tal. La cadena posterior es un conjunto
muscular de tensión única del occipital hasta los talones, fundamentalmente compuesto por músculos poliarticulares que se comportan como un solo músculo.
Cualesquiera sean los otros sistemas musculares posibles, sólo esta doble cadena está formada de elementos que actúan como eslabones, libres en reposo y efectuando los movimientos del conjunto cuando se ponen en tensión.
Por el hecho de ser músculos poliarticulares, tienen la particularidad de superponerse los unos con los otros, de tal forma que la inserción de origen de cada uno de los músculos que la componen se encuentra antes de la terminación del músculo adyacente; de esta organización anatómica deriva la siguiente ley: toda acción localizada en un punto cualquiera de la cadena posterior (ya sea un alargamiento o un acortamiento) provoca el acortamiento del conjunto de la cadena posterior: estos principios, convertidos en ley (por ser invariables) se fundan en la anatomía y en la biomecánica, y el método derivado, aunque surgido de la observación (que suele ser el origen de la mayoría de los descubrimientos) se apoya sobre bases científicas incontestables [13, 19, 22].
El estudio pormenorizado de la musculatura posterior y de su organización interna, músculo por músculo, confirma la observación príncipe. Los trastornos de la estática reflejan una retracción de la doble cadena posterior-latero vertebral y de los miembros. La musculatura posterior siempre es demasiado fuerte, demasiado tónica, y no se justifica ningún ejercicio destinado a reforzarla; el error de tonificar la zona procede del hecho de que la musculatura a pesar de ser hipertónica ha perdido su extensibilidad y no puede utilizar su fuerza que no ha desaparecido pero se ha vuelto virtual; en el momento en que se recuperan la flexibilidad y la elasticidad del sistema, es decir en el momento en que el sistema puede volver a deformarse, la fuerza propia de los músculos vuelve sin que haya sido necesario un trabajo de refuerzo muscular.
Además, por su situación, ya que el conjunto de estos músculos está situado por detrás de los ejes de flexión-extensión, y con el fin de prevenir la deformación se asegura el ajuste mediante un obenque longitudinal y oblicuo (fig. 2) (cf Anatomía y acción del músculo transverso espinoso).
Cuanto más tónicos sean los músculos, más intensas serán las últimas acciones.
Por lo tanto, la musculatura posterior no es débil, ni se encoge por el «peso de los años», sino por la fuerza de los propios músculos (se conoce la acción de la gravedad sobre la erección del tronco y los ejercicios de marcha con peso sobre la cabeza).
Además, la anatomía comparada y sobre todo los estudios de la motricidad en saurios [9] y del desarrollo de la motricidad en el niño [19], tienden a confirmar los principios de Mézières. A partir de su observación inicial y de las leyes derivadas de la misma, Françoise Mézières imagina poco a poco una forma de trabajar original, constantemente adaptada a la patología del casopresente. A través de la aplicación de su visión metódica y global que le lleva a conseguir resultados en pacientes a
menudo considerados intratables, en los años 1960 comienza su enseñanza en forma confidencial en Vendée. A raíz del interés suscitado, así como de las conferencias y seminarios impartidos en el suroeste de Francia, con su antiguo alumno Philippe Souchard, crean una sociedad de enseñanza que durante varias décadas formará varios miles de kinesiterapeutas; de esta forma Françoise Mézières codifica y perfecciona su trabajo. Por su parte, Philippe Souchard aporta los elementos científicos
de explicación y de justificación,por medio de trabajos que provocan una ruptura con Françoise Mézières, a comienzos de los años 1980. Gracias a los profundos conocimientos de anatomía de Françoise Mézières (fue profesora en la escuela francesa de ortopedia y masaje [EFOM]) y al riguroso trabajo de explicación biomecánica realizado por Philippe Souchard, se impuso una
realidad: la pérdida de elasticidad de la cadena posterior es el origen de todas nuestras deformaciones; la recuperación de la elasticidad perdida obedece a las siguientes leyes: debe abarcar el conjunto del sistema mioesquelético (globalidad), debe realizarsepor medio de posturas mantenidas durante largo tiempo, a las que se asocian todo tipo de técnicas sedantes y calmantes como pulimentos, masajes, contracción-relajación, etc. Durante estas posturas, el elemento respiratorio está omnipresente, como una sucesión
regular de espiraciones e inspiraciones












EL CUERPO ANTÍDOTO DE LA LOCURA





EL CUERPO ANTÍDOTO DE LA LOCURA





Nuestra existencia es vivir en defensa permanente?

La inadecuación, el malestar, el fracaso son sensaciones que impelen a huir, lo que genera ansiedad, angustia, una situación de vigilia, de guardia, de tensión.

No podemos ser o estar como somos o deseamos, sino como debemos; hemos interiorizado “tener que ser” para olvidarnos de “ser”, hemos olvidado los gestos, las palabras o las acciones que en cada momento nacen de nuestro sentir, para imitando, hacer y decir lo que debemos, aparcando y apartando todo aquello interno, propio, profundo, genuino, que huela a original, auténtico, agresivo; a todo lo que pueda producir una mala cara, un malestar, una extrañeza, una ironía, una agresión. Hemos dominado el cuerpo para que haga y diga lo que debe sin evaluar el precio. Negar el propio cuerpo de mujer es negar una existencia que conlleva sentir, respirar, relacionarse, confiar, reír, percibir.



Para cumplir los deseos de esta sociedad educadora e impositiva, negamos las percepciones y emociones del cuerpo, lo que origina estrés que silencia el cuerpo y le deja sobrevivir, vegetar, para no aumentar el conflicto cuerpo-mente.



El estrés que supone adaptar mi cuerpo a una exigencia para ocultar continua y permanentemente unas funciones y deseos que nacen de él, es el esfuerzo cotidiano que supone una negación, un teatro de las emociones y sentimientos que llevan a la locura cuando menos, locura bien llevada hasta que ocurre algo que nos sobrepasa y emergen personajes, fuerzas y personalidades, que siendo nuestras, desconocemos y tememos.

Pero también es un estrés descubrir lo que el cuerpo quiere o dice después de haberlo abandonado durante mucho tiempo.



Es el descubrimiento de deseos, emociones, respiración y potencialidades que no se ajustan al modelo social; descubrir que eres risa, fuerza, entusiasmo, eres creadora, artista, indivisible, genuina, valiosa y mucho más, lo que desencadena una crisis.

Crisis de identidad que conlleva llanto, rabia, duelos, extrañeza, síntomas que no puede permitirse una mujer porque se oponen al concepto de madre, hija, esposa; diálogos corporales que son la iniciación a la vida, sana, integral u holística, pero con toda la sociedad en contra; es un viaje solitario pero no aislado, surjen otras relaciones, se descubren amistades y amores que sólo se establecen con quien ha iniciado este viaje a la “completud” y que entiende y comparte esa aventura, ese reto, esa travesía.

Crisis que conlleva síntomas que no siempre entiendes y que persisten a pesar de tus esfuerzos.

La tentación de intervenir al modo tradicional o de seguir las vías al uso, es lo más fácil porque no te cuestionan o discuten, pero silenciar los síntomas es aumentar la presión sobre el cuerpo, exigiéndole más, lo que aumenta los síntomas, lo que aumenta la presión, hasta la enfermedad.



Ese plus de esfuerzo o exigencia que hacemos en el trabajo o en cualquier cosa y lo atribuimos a los demás, está dentro, es la exigencia propia que acaba con el derecho a errar; la inadecuación y extrañeza de lo propio y la inseguridad que ello conlleva nos hace exigirnos más, silenciando la manera o forma de sentir y pensar genuinamente de cuerpo de mujer. Eso es una mutilación que acaba por dar síntomas, sufrimiento personal que puede manifestarse de diferentes maneras pero conlleva una incapacidad para entenderlas y resolverlas debido a la incomunicación con el propio cuerpo que es “el enfermo”, enajenando de los síntomas “el resto” de la mujer sufriente, es decir su sentir, su pensar, su desear.

¿Estamos locas? Las mujeres somos todas unas histéricas, enajenadas, encadenadas, frenéticas, idas, sometidas, desconfiadas, rabiosas? Por lo que decimos y sentimos o por lo que hacemos?

Lo que puede parecer locura es el síntoma, resultado del conflicto entre lo que el cuerpo necesita y lo que la mente impone. El pensamiento preponderante es lógico, lineal y masculino. El cuerpo de mujer desaparece ante esa presión y juega un rol, basado en un modelo externo y ajeno a ella que tiene más fuerza que el modelo propio.


El cuerpo ni está mudo ni está perdido, está hablando un lenguaje que a fuerza de ignorarlo, no sabemos descifrar, los síntomas que aquejan al cuerpo de las mujeres es una manera de léxico, de existencia, de ser, la traducción simultánea aprendida es estoy loca o está loca, igual a ansiedad, pánico, fobias, neuras, excentricidades, no hay quién las entienda pero ellas saben lo que dicen; sus cuerpos siguen ahí, gritando su prisión, hasta que algún azar, algún personaje aparentemente casual, abre la mente para escuchar, porque todo es silencio si nadie escucha gritar; entrar en 

ese lenguaje nuevo explica, sana, conduce, a lugares más armónicos que el mandato social.

Pero ¿qué es el cuerpo? Una máquina extraña, insegura, lejana, desconocida, muda, sin sentimientos ni trascendencia, sin memoria o inteligencia, sometida, obediente.
¿Qué le pasa al cuerpo que despierta esos rechazos? Qué se teme que manifieste o muestre? A qué mundo prohibido tememos que nos lleve? Y si hay un mundo prohibido para nosotras y nuestro cuerpo a qué esperamos a desvelarlo, vivirlo, hacerlo nuestro? Qué les puede pasar a los otros si nos desmandamos (en sentido de no hacer lo que nos mandan), si encontramos otra clave esencial para seguir adelante en la sociedad? 

Somos un cuerpo físico integrante de nuestra identidad junto al intelecto y al mundo afectivo. Es la inviolabilidad del cuerpo, su  integridad y desarrollo, necesario para la supervivencia y adaptación al medio, dos condiciones para el desarrollo armónico. Integridad como concepto subjetivo de sí misma.

Cuerpo con un lenguaje sin palabras para mantener un diálogo con la mente y los sentimientos en reciprocidad, que construye la comunicación, la referencia de quien soy. Lenguaje corporal que la mente entiende y asimila. No es un lenguaje banal o inmaduro; es primario, en el que se basan el instinto, la supervivencia y las emociones; es simbólico, elíptico, que no tiene fin y siempre está cambiando, adecuándose a la realidad que percibe y que es básicamente su trabajo, llevar a la mente a una realidad física, cósmica, ecológica, que permite evaluar el medio, explorarlo y ver lo que aporta de beneficioso o de dañino.

Entre la normalidad y la locura hay grados, sólo grados de enajenación, grados de aislamiento, grados de realidad, grados de corporeidad. Cuando los grados de estar en el cuerpo bajan a favor de grados mentales, de ese desequilibrio, surje lo que la sociedad llama locura. El cuerpo es el antídoto de la locura.

La iniciación la lleva la respiración.
Respirar no es sólo tomar aire y expulsarlo, es alentar, es ritmo, es sensación de vida, es regular y atemperar, es amasar y masajear, es soltar, estimular, es sensibilizar, todas estas funciones tiene la respiración, a través de su relación con la musculatura y las vísceras, a través del diafragma y la situación especial que ostenta entre todos los músculos del cuerpo, es ritmo a través de la contracción y relajación, es tiempo que se toma para sus funciones y tiempo que da a los órganos para equilibrarse y oxigenarse, es estimular y relajar a través del masaje que con cada inspiración y espiración produce en las vísceras y órganos de la caja torácica y del abdomen, es flujo sanguíneo a través de la presión sobre los vasos; es voz, a través de la fuerza con la que impele a la laringe y las cuerdas vocales a vibrar y es vida, es vivir con una cadencia, es tiempo para sentir, percibir y actuar.

El acto físico de respirar es un movimiento muscular que arrastra a casi toda la musculatura tanto estriada como visceral. Las funciones de la musculatura son permitir al cuerpo sentir, regular, modular, hacer, ejecutar, sentir, percibir, masajear la musculatura visceral, es decir que la función respiratoria es tan importante por la oxigenación como por lo que conlleva y cuando inhibimos esta función hasta el mínimo, respirando chiquito, rápido, superficial, es para disminuir las percepciones que nacen de los sensores corporales porque si la respiración no los estimula, se percibe poco o nada, hasta que simplemente sobrevivo.

Pero la musculatura también es para bloquear, y a bloquear es lo que se nos enseña, porque para hacer lo que te dicen y no lo que sientes, contraes todas aquellas articulaciones o grupos musculares que te harían sentir lo que no debes, y pones en juego o utilizas aquellas que te permiten sentir que haces lo que debes y que eso está bien para ti y para el medio.

Al desbloquear se modula mejor y se siente lo que se es, y surjen emociones que dan lugar a sentimientos que se habían olvidado o negado. Permite recobrar un mundo personal e íntimo que llamamos identidad o el ser profundo: sentirte entera, sin grietas, sin pérdidas, con capacidad de afrontar aquello que te desautoriza como cuerpo de mujer en una sociedad donde ser mujer tiene un coste elevado. También tiene un coste sentirte así, el coste de ser diferente, pensar diferente, escoger diferente; cambian tus afectos, tus pensamientos, tus baremos y valoraciones, tus ocios y tus amores, tu visión de ti misma y de los otros. El Otro pasa a un lugar donde tiene otros valores, tu cuerpo completa tu manera de existir o tu existencia de forma indiscutible lo que te da el valor necesario para seguir.


Cuerpo como propiedad, identidad, construcción, con valía igual que la mente o los sentimientos en una relación de comunicación que cada una de las instancias vela por la otra sin separase, sin oponerse, sin abandonarse o ensordecerse.



Cuerpo no en sentido social, trabajador, doloroso y dolorido, materno, cuidador, paridor, bello, exigente, a dieta.

Cuerpo en sentido gozoso, alegre, divertido, ejecutor, realizador de sueños, de anhelos, de sexo, real y femenino, hambriento, sediento y necesidad de sueño, y por tanto, que regula, encarna, delimita, identifica, mira, oye y sabe lo que dice…

Un cuerpo así tiene juicio, tiene las bases para darle coherencia a la mente que acompaña, no es propiedad de la sociedad sino de su propia existencia, no se doblega ante lo insano, guía como sabio que es por el camino de la salud y la cordura.


Ni es histérico ni frígido, conceptos machistas que niegan la necesidad de la adecuación, la oportunidad, del tiempo como concepto diferente del tiempo masculino.



Necesitamos reconquistar nuestro bagaje corporal e in-corporarlo en nuestro funcionamiento para que sea armónico, integral, completo. La locura de descubrir y vivir con y desde mi cuerpo para sentir que cotidianamente es destruido, anulado, silenciado, maldecido.



Cuando las mujeres se atrevan a no hacerle el juego a la socialización, tendrán que descubrir sus deseos, su sexualidad, sus impulsos que nacen del cuerpo liberado de sus prisiones (en sentido de Teresa de Ávila).



Si las mujeres vivimos en un cuerpo enajenado o aislado de sí mismo es imposible esperar una respuesta coherente, más bien hay que esperar una respuesta disfuncional.

La histeria, la depresión o la ansiedad las enmarco en esa respuesta que impide hacer, puesto que es paralizante, o defenderse de tomar decisiones que van contra su sistema, único, personal que sobrepasa el entendimiento y la lógica de la mayoría, incluída la misma afectada.



EL CUERPO: EL ANTIPSICÓTICO MÁS POTENTE, EL ANSIOLÍTICO MÁS EFICAZ


La locura es una desconexión del sistema mente-cuerpo, pero sin llegar a tal situación hay grados en los que la desconexión produce ansiedad, fobias u otras situaciones de lo más cotidianas. Es la colonización de la mente por ideas, lógica o sociedades ajenas que somete al sistema mente-cuerpo al miedo, a la renuncia permanente, al desequilibrio.

Cuando el cuerpo no puede ser ordenado por la mente confundida, intenta mantener la alostasis a toda costa, es decir preserva la vida. Tiene sistemas nerviosos autónomos y el sistema intestinal, a base de serotonina, que funcionan, aislados de las órdenes mentales.


Como es una situación de peligro, la mente ordena al cuerpo defenderse; el cuerpo activa la respuesta y deja de respirar profundamente, contrae tanto la musculatura estriada como la visceral, produciendo un estado de simpaticotonía. A su vez, esta situación alerta más a la mente que mantiene la situación de miedo y así hasta el infinito, en un círculo peligroso ya que la descoordinación de ambos sistemas es la sensación de muerte.

La respiración profunda, lenta, amplia permite salir de esa alerta y volver a recuperar un ritmo equilibrado entre ambos sistemas reguladores el simpático y el parasimpático, lo que la mente interpreta como bienestar y serenidad. El bienestar lo da la relajación muscular, el cuerpo se relaja y la mente deja de detectar peligro.



El cuerpo es un ansiolítico y antipsicótico muy eficaz que la medicina no conoce a pesar de basar sus conocimientos e investigaciones en él. Los medicamentos abundan más en ese divorcio, alejando a las personas de la solución holística y sana que es la recuperación del equilibrio mente-cuerpo.


El equilibrio es la relación entre sistemas que funcionan como un todo, es la conciencia de ser un cuerpo con una mente, es la identidad total y sentir los sistemas corporales funcionando; tocar y ser tocada por las sensaciones, ¡estamos tan acostumbradas a bloquear las sensaciones que ni siquiera sabemos cómo lo hacemos ni cómo deshacerlo!

Pero son las sensaciones las que nos dan corporeidad, lo que miras o lo que tocas, es real, te das el tiempo de sentirlo, de asimilarlo.
En vacaciones anhelamos recuperar un sueño reparador, unas actividades lúdicas y físicas que paren la mente, comer sin horarios ni protocolos, recuperar nuestro intestino para que funcione sin someterlo a las torturas de las normas sociales, recuperar todas las relaciones sexuales que el cansancio y el tiempo te han impedido y que tu fantasía las convierte en grandiosas o gloriosas.
Todo esto nos demuestra lo desconectadas que estamos once meses del año ¿Cómo no estar locas?


Respirar profundo como hábito, no como último recurso para sobrevivir, sentir cómo encojes el estómago para no tener ciertas emociones o sentir las que debes, pisar sintiendo los apoyos de los pies y del cuerpo, ser consciente de qué músculos utilizas en tus acciones cotidianas, saber cómo encojes y aprietas las mandíbulas para no decir lo que te parece, conocer esos dolores crónicos que no desaparecen hasta que entras en ellos y desvelas las historias que te han querido contar a pesar de tu sordera crónica; no necesitar seguir una dieta sana porque tu cuerpo te indica, sutilmente aquello que le va a ser imposible digerir, eso es tener conciencia corporal, eso es vivir un poco más armónica que lo que te enseñaron.



No tener curiosidad por saber qué funciones realiza mi hígado o dónde se sitúa, no tener ni idea de lo que pasa en el intestino cuando como o bebo algo o cómo funcionan mis articulaciones y sólo me acuerdo que las tengo cuando me duelen; todos estos datos indican lo alejadas y enajenadas que estamos de nuestro cuerpo del que sí sabemos los pelos que depilar, cómo perfilar las cejas, la línea del labio que corrijo con el lápiz o el tipo de vestido o pantalón que disimula o ensalza la forma corporal que más aprecio y luzco más gustosa. Esto es esquizofrenia o psicosis o fobia o locura, en todo caso, armonía o felicidad, no es.



Tener que acudir a metodologías, terapias, medicamentos para recuperar lo que es nuestro, con lo que nacemos indica lo lejos que estamos de vivir saludablemente, que nuestra civilización privilegia la mente, reservando el cuerpo para someterlo, no para disfrutarlo.



Si aceptamos que la educación y socialización es para sentir y pensar lo que debemos como mujeres (esquizofrenia de género) y abandonamos lo que deseamos o anhelamos (bienestar holístico) entonces debemos escoger continuamente entre una situación y otra, no se pueden dar las dos a la vez.



Es un trabajo personal costoso, dificultoso, que pone en entredicho muchas de las cosas aprendidas, de las decisiones tomadas en cuanto a trabajo, pareja, familia, profesión, amistades, es tomar un camino que aleja del orden social y político correcto.

Es un sistema de soledad, para vivirlo intensa y personalmente, significa recuperar ese espacio personal íntimo, no compartido que es tu cuerpo y tu mente funcionando en armonía.



EL CUERPO COMO MEDIO AMBIENTE DE LA MENTE


Y si consideramos el cuerpo como el medio ambiente de la mente?

Teniendo en cuenta la tendencia a considerar que el medio ambiente (ambioma) es un factor esencial en el desarrollo y manifestación de la carga genética (genoma), veamos al cuerpo como el medio ambiente o el microclima que sostiene y mantiene al cerebro y permite su desarrollo.

Lo que no se discute es que el medio (ambioma) influye en el desarrollo y manifestación genéticos (genoma) y éste en el ambioma. Separarlo es seguir anteponiendo la funcionalidad y materialismo a la concepción integral que es la tendencia actual, globalizar para usar un término en uso. La experiencia, es decir lo que le sucede al individuo, influye en la expresión génica a través de múltiples vías de orden bioquímico (las hormonas y neurotransmisores juegan un papel primordial) y es un camino de ida y vuelta.

Por tanto es cerrazón, seguir pensando que la mente funciona aislada de su cuerpo y de todas las funciones que éste mantiene dentro de unos límites sostenibles para la vida, sin ser influido por los pensamientos o sentimientos, así como de las múltiples órdenes mentales elaboradas para adaptarse a los cambios físicos del medio.

La capacidad intelectual y el carácter son mediados por la sociedad, el medio ambiente, la alimentación o educación. El ambiente físico que permite al cerebro materializar lo que piensa y ejecutarlo es el cuerpo.



Si esto es así, tenemos que dar paso a otra concepción del cuerpo, la de compañero inseparable de la mente, la de equipo que funciona sincronizadamente y lo que le pasa a uno le pasa al otro.

Las manifestaciones de ese equipo son las que difieren; cada cual tiene una manera de expresar su funcionamiento, su necesidad y su respuesta a lo que nos pasa cada instante, continuamente, nunca dejan de funcionar así, incluso mueren juntos.

Ahora bien, si el cuerpo detecta una situación de peligro y necesita las órdenes cerebrales destinadas a resolver esa situación de urgencia pero esas órdenes, contradicen la educación o la moral o la conveniencia, la mente entra en caos: si prioriza la necesidad corporal contradice la orden social. Y si prioriza la orden social, sacrifica la supervivencia para someterse, de nuevo.

Esta “esquizofrenia” la resuelve como siempre haya resuelto los conflictos desde el útero materno, es decir activando el funcionamiento de defensa aprendido: si es con estrés, lo hará activando toda la respuesta con la consiguiente superactivación de la amígdala y la respuesta será de ansiedad o de fobia. Esta es una respuesta de escape, que no resuelve la situación, sino caotiza más, tanto a la mente como al cuerpo y ambos tienen un funcionamiento de exigencia, de gasto y de rendimiento cero.

Estos son ejemplos extremos, por tanto entre una respuesta caótica y la respuesta sana o adecuada hay niveles, pero todo se explica por este mecanismo de relación armónica y de equipo.

Suprimir o someter la respuesta corporal a la conveniencia, es como vivir sin el medio ambiente y todas sabemos lo que ello conlleva.

¿Basta con saberlo para corregirlo?, Pues no, necesitamos recuperar, repensar, entrenar tanto la mente y el cuerpo en otro funcionamiento, en otra relación porque es tan fuerte la imposición socializante que no se cambia sólo con la voluntad o con el pensamiento, de nuevo es el concepto de equipo indivisible e inseparable el que permite empezar a funcionar en armonía, recuperando ese cuerpo de mujer en una mente de mujer.

Se entrena el cuerpo recuperando una respiración libre, armónica, amplia y profunda, que permitirá el funcionamiento correcto y elástico de las articulaciones y cadenas musculares tanto somáticas como viscerales, lo que da lugar a percepciones sólidas y fuertes que activan la respuesta coherente que la mente coordina, la acción corporal que resuelve el conflicto o la situación planteada, sin cadenas sociales o ataduras. No es coherente? No suena a estupendo?



Si el cuerpo de las mujeres se percibiera como tal en esta sociedad, detectaríamos más los peligros, no nos engañarían las apariencias, seríamos lo que queremos ser y no lo que debemos, pero entonces muchas cuestiones sociales se vendrían abajo, ya lo intuyen, qué revolución!



Telde, Septiembre 2010



Luz Casasnovas Susanna